lunes, 12 de mayo de 2008

Los dos lenguajes

Dos gatos, azul y amarillo. Franz Marc.

LAS DOS GATERAS (o los dos lenguajes) :

Un artista japonés tenía dos gatos, uno grande y otro pequeño. Puso dos gateras en su puerta, una grande y otra pequeña. Un amigo que pasaba por allí se quedó asombrado:

- ¿Por qué dos gateras?

- Porque tengo dos gatos.

-¡Con una sola habría bastado!

-Pero ¿cómo? Así­ hay una para cada uno.

-¡Veamos! De haber puesto una grande habría servido para los dos.

- Es cierto. No caí en la cuenta.


Cabrí­a pensar que el artista era un poco simplón, ¿no? No lo creo, en ésta, como en cada historia, hay presentes dos lenguajes: el amigo del artista habla con el lenguaje del intelecto, el propio artista con el del corazón, y es más, sólo el lenguaje del intelecto se atreve a recriminar al del corazón. Suele pasar...¿ o no? Así lo cuenta Jodorowsky en uno de sus bellos relatos rescatado del Japón. Aunque esto no sucede cuando ambos lenguajes llegan a confundirse.

Franz Marc también dibujaba gateras diferentes expresando distintos lenguajes mediante el simbolismo psicológico de los colores. Para él, el azul significaba fuerza, espiritualidad y el amarillo alegría, sensualidad; prefiriendo aplicárselos a animales porque, quizás, no pudiera encontrarlos en personas de su entorno real.

Supongo que los sentimientos se exteriorizan mejor a través de las acciones que de la palabra. Últimamente me encuentro con mucha gente demasiado charlatana que, por quedar bien, ofrece ayuda para todo y a la hora de la verdad no cumple nada, ¿no quedaría mejor estándose callada? y con demasiada gente insensible para con los demás, sin color en la mirada. ¿O, tal vez, sea yo quien peca de sensiblera creyendo que los sentimientos, de los que derivan acciones, nacen en el cerebro y deben confundirse (fundirse con) con los del corazón para que en algo nos diferenciemos de las máquinas?

Un artista japonés tenía dos gatos, uno grande y otro pequeño. Puso dos gateras en su puerta, una grande y otra pequeña porque, para él, cada uno de los gatos era único y como único le importaba.


2 comentarios:

Guardagujas dijo...

En las aldeas pitufas se nos olvida que tendríamos que hacer 20 o 25 gateras en cada puerta (y no precisamente para Azrael...)

¡¡Muchas felicidades!!

Irina. dijo...

¿Tantaaaaaaaas?? Yo este año, sólo 18 pero cada una de diferente tamaño..

Gracias, si eso ya os aviso.

Kiss!!