viernes, 21 de enero de 2011

El lápiz azul pálido

.

Lámina del libro: "De historia et veritati Unicornis".


Unicornio Azul". Silvio Rodríguez.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
pastando lo dejé y desapareció.
Cualquier información bien la voy a pagar,
las flores que dejó no me han querido hablar.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
no sé si se me fue, no sé si se extravió...
Y yo no tengo más que un unicornio azul,
si aguien sabe de él, le ruego información:
cien mil o un millón yo pagaré.

Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer,
se fue.

Mi unicornio y yo hicimos amistad,
un poco con amor, un poco con verdad,
con su cuerno de añil pescaba una canción,
saberla compartir era su vocación.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
y puede parecer acaso una obsesión,
pero no tengo más que un unicornio azul
y aunque tuviera dos, yo solo quiero aquel.
Cualquier informacion la pagaré.

Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer,
se fue".
-
En tiempos de mi parvulario sólo había en la escuela lapiceros redondos, sin brillo, de color madera; encontrar alguno exagonal, mejor barnizado, o de madera coloreada, costaba un triunfo. Sin embargo, mi tío abuelo, el ciego que me enseño a leer, guardaba sobre la chimenea un lápiz de color azul que fue siempre objeto de mi deseo. Cuando él me guiaba la mano, para que empezara a dibujar las primeras letras, trataba de convencerle de que no me salían bien porque el lápiz con el que escribía no era mágico. Por medio de aquella triquiñuela, conseguía escribir con el lápiz azul poniendo todo el entusiasmo para que las letras fueran perfectas, como si la inspiración surgiera apretando aquel trozo de madera azul pálido. Incluso hubo veces que me llevé una buena regañina por aventurarme sola, sobre una silla, para tratar de alcanzarlo o para asegurarme de que seguía allí, esperando a ser necesario. Si cualquier unicornio es una criatura fantástica de fe y de misterio, el lápiz azul fue mi unicornio de aquellos años. Lo perdí de vista al morir mi tío y, aunque no lo recuerdo como una gran perdida, ya que, a su muerte, tenía yo once años, cuando lo volví a encontrar, no hace mucho, en el cajón donde lo habían guardado, seguían vivos los recuerdos del tiempo que escribió ayudando a mi mano.
-
La canción de Silvio siempre me ha embrujado y, es curioso, porque aunque hay muchas teorías de quién o qué se la inspiró, una de ellas, aunque tal vez la menos acertada, hace referencia a una pluma con la que escribía y se le extravió.
-
Lo cierto es que, de grandes, necesitamos tanta fe y misterio, como de pequeños, para estar a salvo de sufrir pérdidas importantes. Los unicornios que perdemos de mayores sí los recordamos como una gran pérdida. A veces, irrecuperable.
-

martes, 4 de enero de 2011

Coincidir, "descoincidir"

-

"The Beach at Heist" Georges Lemmen

COINCIDIR

Soy vecino de este mundo por un rato
y hoy coincide que también tú estás aquí
coincidencias tan extrañas de la vida
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Si navego con la mente el universo
o si quiero a mis ancestros retornar
agobiado me detengo y no imagino
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Si en la noche me entretengo en las estrellas
y capturo la que empieza a florecer
la sostengo entre las manos...mas me alarma
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Si la vida se sostiene por instantes
y un instante es el momento de existir
si tu vida es otro instante... no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Autor: Alberto Escobar

(Es una canción mexicana. Aquí su traducción a varios idiomas)
-
Quien haya leído alguna vez el blog, se habrá dado cuenta de que una de las palabras que más me atrae es coincidir (o coincidencia). No en cualquiera de sus acepciones pero sí en la que puede tener como sinónimos: armonizar, estar de acuerdo, encajar, encontrarse... Supongo que para que exista una coincidencia de esta índole no sólo se debe poner en marcha toda la maquinaria del Universo si no que, además, debe funcionar correctamente. Por eso, una "descoincidencia" puede llegar a desequilibrar más que un rabioso dolor de muelas y mucho más que cualquiera de las pérdidas naturales: de la muerte como consecuencia de la vida, del desgaste que llevan consigo las convivencias, del olvido que impone la distancia... incluso, de los desencuentros que trae la diferencia de opiniones. Estas pérdidas suelen, tarde o temprano, aceptarse y, para ellas, siempre se encuentran palabras de consuelo. Sin embargo las pérdidas que se producen de un instante a otro y se demuestran tan sólo con un giro de cabeza, mirando hacia otro lado, como si de pronto un muro invisible se interpusiera entre dos viejos "coincidentes" y no se vieran, éstas, dejan heridas profundas y tarde o nunca se aceptan.
-
Cada vez que se acerca un chiquillo a comentarme una "descoincidencia" no consigo encontrar palabras de ánimo. No sirven siquiera las de: "Así es la vida", "Tienes que aceptarlo" o "Si eso pasó, no valía la pena"... porque ni así debe ser la vida, ante sucesos semejantes sería buena una explicación e igual sí merecía la pena. La personita que me lo cuenta se siente mutilada y yo no he sido preparada para entender ese tipo de absurdas pérdidas. Aunque el motivo aparente sea que el "descoincidente" encontró a alguien mejor con quien compartir sus momentos, es tan pequeño un corazón que no alberga varios coincidentes que, además, me niego a querer entenderlas. De lo que no me queda la menor duda es de que no se trata de pequeños problemas infantiles, en el mundo de los adultos crece la incomunicación, las "descoincidencias", y seguimos sin saber aceptarlas o sin querer resolverlas.
-
OS DESEO UN FELIZ AÑO CON FELICES COINCIDENCIAS!
-