lunes, 30 de junio de 2008
Llegó el día
domingo, 29 de junio de 2008
Desde un cerebro más simétrico
Son los seis colores de la enseña gay, y lo que significan. Gilbert Baker, artista que no registró el copyright, diseñó la bandera en 1978 , aunque la primera tenía ocho franjas, inspirándose en el movimiento hippie y en otros grupos que "luchaban" a favor de los derechos de la población negra. El origen de la celebración del día del orgullo se remonta a junio de 1969 en Nueva York, tras una revuelta que duró varios días. Poco se parecían aquellas reivindicaciones de derechos a los folklores multitudinarios que se montan ahora cada año, de los que muchos detractores se valen para dejar vacía de significado la fiesta.
No tengo nada en contra de ella pero opino que mientras tengan que seguir celebrándose días como el del orgullo gay o el de la mujer trabajadora, por poner otro ejemplo no menos ilustrativo, las cosas no van todo lo bien que pudieran. Tantos años han pasado y aún hay quienes no quieren darse cuenta de que haber nacido homosexual o heterosexual, hombre o mujer es lo mismo que haberlo hecho rubio o moreno por razón genética. Tantos años de ciencia para seguir en las cavernas. El caso es que no soy la única que así opina, el año pasado por estas fechas me encontré con una pareja de homosexuales y les hice una pregunta poco inteligente: ¿Cómo es que no estáis en la celebración del orgullo? Porque nosotros lo celebramos cada día -fue su respuesta.
Desde siempre, a los científicos no sé si les preocupan, aunque sí les ocupan, las razones de una u otra tendencia sexual. Este año investigadores del instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) las han encontrado en el cerebro y, por lo visto, es cuestión de simetría: en los varones homosexuales, lo mismo que en las mujeres heterosexuales, es más simétrico y en los heterosexuales, lo mismo que en las mujeres homosexuales, menos simétrico. Todo ello por culpa del hemisferio izquierdo. Espero que no les dé por cambiárselo a nadie.
Por el contrario, la movida de esta noche con la Eurocopa, que tendrá preocupados a millones de individuos ante la "caja tonta", ocupa menos. Tal vez porque no sea cuestión de cerebros y sí de pelotas.
viernes, 27 de junio de 2008
¿Una señal?
¿Será cierto el mensaje de las piedras de Ica?
Cuentan que en Mayo de 1966 llegó al consultorio del doctor Cabrera, en Ica (Perú), un amigo llamado Félix Llosa Romero llevándole un regalo. Se trataba de una piedra con el dibujo de un extraño pez grabado. Servirá como pisapapeles para tu escritorio -le dijo- y, ante la curiosidad del galeno, le informó que su hermano tenía una enorme colección de ellas que le había proporcionado un huaquero, campesino que trabaja en excavaciones clandestinas.
Descartando que las piedras fueran talladas por los Incas, no sólo por ser muy anteriores a la época en que éstos vivieron en Perú, sino también por mostrar conocimientos geográficos, científicos y tecnológicos que los Incas no tuvieron; a partir de las interpretaciones de los dibujos grabados, por ejemplo un mapa del mundo tal y como era en el periodo terciario o una serie de dibujos que muestra con detalle la evolución de los dinosaurios, Cabrera afirma que fueron creados por una raza superior que llegó a la Tierra, desde algún lugar del cosmos, y no encontrando vida inteligente decidió crearla mediante el trasplante de códigos cognoscitivos a un primate inteligente emparentado con el Lemur, llamado Notharcus, que se extinguió hace 50 millones de años.
Las teorías del doctor Cabrera no han sido aceptadas por la comunidad científica, incluso se ha sospechado que el huaquero las graba, las quema y las tiñe para que envejezcan. Eso sin contar que las piedras son más de 40.000 y mucho tendría que haber tallado.
Claro que también los hay que, desde la consciencia estelar de Draco, interpretan los registros de las piedras de Ica como enseñanzas de su ciencia vital a los metálicos Nibiruanos y con ellos vamos a tener lectura para todo el verano...,je,je.
sábado, 21 de junio de 2008
La ceremonia del té
Calma de verano
dentro de la roca penetra
el canto de la cigarra.
(Basho)
*
Luna de verano.
Al otro lado del río
hay alguien ¿Quién es?
(Chira)
*
Un viejo estanque:
salta la rana ¡zás!
chapoteo.
(Basho)
*
¿Vuelven al tallo
las hojas deprendidas?
Son mariposas.
(Anónimo)
*
El hombre que sabe
el nombre de las estrellas
toma el fresco en el portal.
(Shiki)
*
Gracias a todos los que me habéis leído, o dejado algún comentario en este seco jardín. Hoy, Google ha anunciado el solsticio de verano en el hemisferio Norte y hasta finales de agosto el blog no tendrá entradas. Me iré a descansar, viajar, charlar, mirar estrellas de agosto, dormir de madrugada, levantarme tarde, o no dormir, pasear en bicicleta, sembrar tomates, leer...pero sobre todo me iré a intentar poner en desorden mis ideas con la ceremonia del té porque, después de largos periodos metódicos, se necesitan ritos tranquilos para saber sacarle buenos frutos a aquellos que llegan sin agobio ni estrés. A muchos les encanta dormir la siesta, yo que siempre he creído que dormir es morir un poco, aun sin kimono, incienso, arreglos florales y en solitario, prefiero la ceremonia del té.
Por más que los occidentales relacionemos tea con las costumbres inglesas, me consta que son los orientales los que más saben sobre ceremonias y té: necesitarás un fuego, tazón, cucharón, tetera, incienso para quemar, un entorno bello y tranquilo donde puedas descalzarte, lavarte las manos como símbolo de purificación, los saludos de rigor (inclinándote), un tatami para sentarte y estar dispuesto a relajarte, sentir el aire que respiras y apreciar la belleza de lo que te rodea... Cuando lo sirvan y te pasen el tazón (el mismo para todos) observarás los colores y la decoración, después tomarás un sorbo y limpiarás el borde de la taza, por donde has bebido, y se lo pasaras a otra persona. Mejor si te acompañan porque, además, compartes, pero puedes realizar el rito si estás solo, también. Lo que nunca necesitarás será el sueño o la prisa.
Armonía, belleza y calma. Un arte como otro cualquiera que espero sea capaz de desordenar mis días. Difícil hacerlo posible en Madrid. No obstante en Madrid sí existen teterías orientales que venden bolsitas de infinitas clases de té y ya, sin ceremonia, los olores te transportan a otros mundos. Ni que decir tiene que, para no dormir ninguna siesta, me compré varias.
Mil gracias y hasta pronto si me fuera imposible, en la próxima semana, pasarme por aquí.
jueves, 19 de junio de 2008
Seis rosas amarillas
Luna nació riendo. En sus primeros años de vida, le habían encomendado contagiar su alegría hasta que el duende de la noche, que nunca reía, hizo que se mirara en espejos deformes y consiguió robársela. Durante varios meses vivió confundida, no mostró más que gestos huraños y miradas frías, alejada de todo y de todos, vacía.
Pero no estaba sola, con ella seguían quienes le debían momentos muy felices y se propusieron, con miles de artimañas, ayudarla a buscar la risa perdida. Día a día, Luna encontraba versos que decían: "Quítame el pan si quieres/ quítame el aire, pero/ no me quites tu risa./ No me quites la rosa,/ la lanza que desangras, / el agua que de pronto/ estalla en tu alegría,/ la repentina ola de planta que te nace./ Mi lucha es dura y vuelvo/ con los ojos cansados/ a veces de haber visto/ la tierra que no cambia,/ pero al entrar tu risa/ sube al cielo buscándome/ y abre para mí todas/ las puertas de la vida." Sin embargo ella, sin mediar palabra, los guardaba o los rompía. No quedaba más remedio que insistir e insistir: "... pero cuando yo abro/ los ojos y los cierro,/ cuando mis pasos van,/ cuando vuelven mis pasos,/ niégame el pan, el aire,/ la luz, la primavera,/ pero tu risa nunca/ porque me moriría." e insistir ...
El amor lo pudo todo, empezó a olvidar sus fantasmas el día que bajó, casi sin fuerzas, a la calle para comprar seis rosas amarillas y regalárselas a una de las personas que insistían. Más tarde preguntó dónde podría buscar el poema: "Tu risa". Sonrió al saber que podía encontrarlo en "Los versos del Capitán" de Neruda y compró el libro inmediatamente.
Han pasado muchos años. Luna poco recuerda los días en que no sonreía, muy pronto se irá muy lejos, por unas semanitas, a seguir aprendiendo porque, además de la risa, encontró el entusiasmo y aprendió a valorar los golpes de la vida. Siempre lleva con ella el poema, las rosas permanecieron disecadas mientras fueron necesarias, por suerte, hoy no las necesita.
Como ella habrá mil Lunas. Espero, si lo leen, que les ayude porque es posible vencer a cualquier duende de la noche que no sonría.
miércoles, 18 de junio de 2008
¿Qué le dicen mis zapatos, señor Freud?
"Zapatos rojos" J. Pérez Prada
Los zapatos masculinos, sobre todo cuanto más fuertes y robustos son, simbolizan la protección del pene. Los femeninos, especialmente si son puntiagudos y con tacón de aguja, representan un medio para vencer la angustia de la castración. Sigmund Freud.
domingo, 15 de junio de 2008
Dedicado a ti
"Don´t talk about time" C. C.
Poeta provinciano,
pajarero,
vengo y voy por el mundo,
desarmado,
sin otrosí, silbando
sometido
al sol y su certeza,
a la lluvia y su idioma de violín,
a la sílaba fría de la ráfaga.
.................................
Yo, poeta
popular, provinciano, pajarero,
fui por el mundo buscando la vida:
pájaro a pájaro conocí la tierra;
reconocí dónde volaba el fuego:
la precipitación de la energía
y mi desinterés quedó premiado:
porque aunque nadie me pagó por eso
recibí aquellas alas en el alma
y la inmovilidad no me detuvo.
"EL poeta se despide de los pájaros" P. Neruda
No hablemos de tiempo, te fuiste dejando, tan sólo, buenos recuerdos y a Wilma que seguirá, aún, maravillándose con el vuelo de los pájaros y espiando, tras la enredadera, sus escondrijos secretos. ¡Curiosa coincidencia! que apareciera ante esta ventana abierta al mundo, en el mismo momento de escribir sobre ella, la pintura de los pájaros atemporales de tu recuerdo. Mi deseo es que sigas mirando las estrellas, leyendo a Neruda y disfrutando de tu vuelo. Si algún día se abre hacia ti esta ventana, sé que mi nombre no te dirá nada, ni siquiera mi familia conoce este jardín virtual, pero me alegró saberte bien, por mí y por Wilma, de igual modo que se alegrarían ellos. Siempre pensé que lo importante, se vaya donde se vaya, es haber sabido dejar en los que se quedan bellos recuerdos.
jueves, 12 de junio de 2008
La hora babilónica
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj:
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
El sistema horario babilónico, esencial para la alquimia y la magia, se basa en los relojes solares. Recuenta las horas, en cualquier época del año, desde el amanecer al ocaso. Uno de los pocos relojes que sabe leer este horario, numeración en cifras arábigas, es el del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga.
Hoy, el amigo viajero me ha contado que el reloj astronómico de la "Ciudad Dorada" mide otros dos tipos de horas. El cuadrante astronómico, con forma de astrolabio, indica, además de las 24 del día, las posiciones del sol, la luna y venus en el cielo. La esfera con números romanos mide la hora de la Europa Central, distinta de la solar.Rodeando el reloj hay cuatro alegorías: la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria, recordando lo efímero del tiempo.
Por las ventanas superiores se asoman autómatas representando a Cristo y sus apóstoles cuando, a las horas en punto entre las 9 de la mañana y 9 de la noche, un esqueleto que figura la muerte, tira de una cuerda con su mano diestra y con la siniestra da vuelta a un reloj de arena. La vanidad se mira en el espejo, la avaricia mueve la bolsa, la muerte amenaza con la guadaña y la lujuria, acechante, mueve la cabeza. Todo termina con el canto de un gallo y el sonar de campanas dando la hora exacta. En la parte inferior está el calendario,que fue añadido posteriormente, con doce medallones que representan los meses del año, también rodeado por cuatro figuras: un ángel, un filósofo, un cronista y, cómo no, un astrónomo.
Puesto que su mecanismo es increíble, será preciso ir a visitarlo. Cuenta la leyenda que, una vez terminado, los ediles ordenaron cegar al relojero que lo creó para que no pudiera fabricar otro tan completo y tan bello.
Instrucciones para dar cuerda al reloj:
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
("Instrucciones para dar cuerda al reloj" Julio Cortázar)
martes, 10 de junio de 2008
Crónica de una convivencia
Es casi idéntica a la de la fotografía y se llama Wilma. Se le puso el nombre en honor al porte y vestidito blanco de Vilma Picapiedra. Pasó su primer año en un pequeño apartamento del centro de Madrid en compañía de una amiga de mi hermano y de tres gatitas. Su dueña, pintora y pionera del diseño por ordenador, nos la "prestó" para que cuidáramos de ella durante el verano del 97 que se fue a NY. Los últimos once años los ha pasado en una casa de campo con mis padres. Tuvimos que quedárnosla porque su dueña, que hoy vive en Houston, se enamoró de NY, encontró un buen trabajo allí y no regresó.Tiene ahora doce años de vida de perro, que según estadísticas corresponden a sesenta y cuatro de vida humana. Supimos que se hacía mayor cuando encontró dificultad al subirse a la banqueta de la terraza para curiosear la calle y cuando nos dimos cuenta de que su oído ya no era tan fino, lo demás no cambió.
Puede que, quienes no hayan convivido habitualmente con un animal, no lo comprendan pero Wilma nos ha regalado muchísimas alegrías, sonrisas, cuidados y desvelos; nos ha levantado el ánimo en multitud de ocasiones; con sus ladridos ha parado discusiones tontas y no se ha movido de nuestro lado cuando hemos enfermado. Se pone triste, se enfada y se esconde cuando nos ve hacer maletas; odia el sonido de los móviles porque sabe que hay alguien al otro lado que no está con ella; nos despierta cuando sospecha que se nos han quedado pegadas las sábanas; pide permiso para acompañarnos cada vez que salimos y, cuando regresamos, nos da bienvenidas dicharacheras y saltarinas.
Le encanta el jardín, puede pasarse horas espiando un rincón o una piedra en la que se ha escondido una lagartija o un ratoncillo. Además es muy coqueta, se lava las patitas lamiéndose como los gatos y cuando se la peina nos busca para que le digamos lo bonita que está.
Sabíamos que se estaba envejeciendo, y esperando que fuera a morir viejecita, nunca sospechamos que fuera a tener una enfermedad humana. Mañana le quitan los puntos de una operación de cáncer de mama. En fin, sé que puede parecer ridículo, es una perra (no sé si ella lo sabe) pero el día que se vaya la echaremos de menos, tanto como ella nos echa de menos a nosotros cuando no nos ve.