domingo, 13 de noviembre de 2011

Más que cuentos. "Érase una vez..."

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Scarlett Johansson, perdiendo el zapato como Cenicienta, a través de la mirada de la cámara maestra de Annie Liebovitz.


Una puerta se abre, ante los ojos de un niño, al escuchar o leer mágicas palabras como: "Hace mucho tiempo...", "Érase una vez..." Es la puerta que le invita entrar en el fabuloso reino de fantasía. El niño, atraviesa el umbral consciente de estar accediendo a otra estancia y lo hace con la misma naturalidad que corretea, de un lugar a otro, en su propia casa.


Parece ser que, los primates evolucionados somos los seres más frágiles y complicados del planeta Tierra. Al llegar a adultos, también necesitamos no permanecer durante mucho tiempo en un mismo "cuento", sólo que, a diferencia del niño, cada vez que deseamos cambiar de "estancia" solemos cuestionarnos si todo queda en orden y si nos irá bien aunque... hay veces que nos gusta guiñarle un ojo al azar.


Cuando, en el S. XVII, a Charles Perrault se le ocurrió recoger y publicar 11 cuentos, por primera vez, tuvo que editarlos en nombre de su hijo porque las costumbres de la época no veían bien que los escribiera un adulto. ¡Qué curioso, sin embargo, que a "Cenicienta", la protagonista que quiso pasar de los fogones a una maravillosa fiesta, le fuera a cambiar la imprenta los zapatos de cuero por los de cristal! Así fue: en el manuscrito original, escrito en francés, se leía que sus zapatillas eran de "vaire" (un tipo de cuero) mientras que, por errata de imprenta, se tradujo como "verre" (vidrio). Hasta aquí muy normal, lo no tan normal fue que el error nunca fuera corregido. Nadie se atrevió a romper el encanto de una imagen tan brillante, evocadora y fantástica. Tal vez, para hacer frente a la realidad, lo más humano sea soñar y a los adultos nos consta que tenemos necesidad de ficción.


No sé si a los niños les importaría mucho el material con el que se fabricó el calzado, creo que aún no comprenden la imagen sugerente de los zapatos, ni siquiera adivino si el cuento tendría el mismo éxito de haber sido de cuero. Sólo sé que ellos preguntan ¿por qué los zapatitos no se deterioraron cuando las ropas se volvieron harapos? Muy ufana contesto: porque los zapatitos fueron un regalo y no necesitaron ser transformados por el toque de la varita mágica, hay que leer/ escuchar bien, lo dice el cuento. Ellos entienden bien las moralejas implícitas: que la belleza interior es la que más deslumbra, que es muy mala la envidia y que los envidiosos sufren muchísimo más que los seres desprendidos y bondadosos, que estar al servicio de los demás es bueno si no se nos convierte en siervos y que, de vez en cuando, no está mal pedirle un regalo a la vida como compensación al esfuerzo. La de que sólo el que tiene padrino se bautiza, tristemente la entenderán luego...




martes, 20 de septiembre de 2011

Otoño en el pensamiento



"With the waves" Natasha Wescoat


"De otoño" Rubén Darío.


Ya sé que hay quienes dicen: ¿Por qué no canta ahora

con aquella locura armoniosa de antaño?

Esos no ven la obra profunda de la hora,

la labor del minuto y el prodigio del año.


Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa,

cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.

Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:

¡dejad al huracán mover mi corazón!


Aún no ha llegado y resuenan ya sus notas, vuelan palabras, como hojas en el viento, hacia lugares insospechados. Somos igual que un árbol, pasan por nosotros varias primaveras, otoños, inviernos, veranos...

Sin embargo, y también como un árbol, sentimos de otro modo el paso de los años, la experiencia nos va enseñando. Hemos vivido al lado de quien nos ha regado con mimo y con cuidado, de quien nos ha abonado, de quien ha hecho que tengamos fe en todo y en todos, de aquellos que han grabado profundamente, en nosotros, la huella imborrable de sus iniciales. No sin dolor, a veces, nos han podado para que creciéramos fuertes y sanos. Así hemos soportado tormentas, inclemencias del tiempo, rayos que pudieron quemarnos. Hemos recibido visitas de insectos y de pájaros. La suave brisa nos meció en sus brazos hasta que la escuela de la vida nos hizo fuertes y duros como el corazón del árbol milenario al que sólo mueven huracanes porque también los hay que se han colgado de nuestras ramas, con insolencia o descuido, y las han quebrado.

Ahora, con el otoño en mientes, dejamos, como todos los años, que caigan, bailando en círculos, nuestras hojas sin vida, con la misma intención de siempre: la de, en una nueva primavera, renovarnos. Mientras un árbol sigue en pie, no es madera, es árbol.



martes, 12 de julio de 2011

Averno a puerta cerrada



The Devil´s Violin by Losing My Marbles


[...] La gente es amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa, [...] y yo conduzco entre ellos en la autopista y ellos proyectan lo que les han dejado de sí mismos en su manera de conducir. Algunos son más odiosos, otros más disimulados que otros. A algunos no les gusta que los pasen e intentan evitar que otros lo hagan. Algunos intentan bloquear los cambios de carril. Algunos odian los coches más nuevos, más caros. Otros, en esos coches, odian los coches más viejos.


La autopista es un circo de emociones pequeñas y baratas, es la humanidad en movimiento [...] Las autopistas nos enseñan en qué nos hemos convertido y muchos de los choques y muertes son la colisión de seres incompletos, entre vidas penosas y dementes. Cuando conduzco por las autopistas veo el alma de mi ciudad y es fea, fea: los vivos han estrangulado su corazón. (Extraído de"Conduciendo a través del infierno" de Ch. Bukowski.)


*****


Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde corrían todos los vinos, donde se abrían todos los corazones.


Una noche senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié. Yo me he armado contra la injusticia. Yo me he fugado. ¡Oh brujas, oh miseria, odio, mi tesoro fue confiado a vosotros! [...]


Y la primavera me trajo la risa espantable del idiota.


Ahora bien, recientemente, como estuviera a punto de exhalar el último ¡cuac! pensé en buscar la llave del antiguo festín, en el que recobrara el apetito.[...] Y tal inspiración demuestra que he soñado. ("Una temporada en el infierno" A. Rimbaud)


Siete he oído que son las entradas al infierno incluyendo la del cráter del Averno, lago oscuro e inmenso "consagrado" a Perséfone y ubicado en Campania, a través del cual griegos y romanos creían que se accedía al inframundo. O aquella otra del reino de Hades que, para llegar hasta ella, las almas debían llevar una monedita bajo la lengua con el fin de pagar a Caronte la dádiva y así poder atravesar el río Aqueronte (río de la pena) y entrar en el reino de los muertos. El caso es que yo, tanto una como otra, las veía lejos, leeejos cuando aún no conocía la leyenda del Escorial, aunque no sé si esa puerta está incluída en las siete o se abren y se cierran nuevas puertas cada día. Enlazo la leyenda, en la que también Can Cerbero ladra de por medio, amén del posterior y enigmático incendio que casi nos deja sin Monasterio, porque , como poco, es entretenida. Lo que no cuenta ninguna leyenda, y siempre sentí curiosidad por saberlo, es qué música se escucha tras las puertas del reino de Hades. Sí, es cierto que existen muchos relatos sobre diablos y violines que tal vez se deban a la dificultad para hacer sonar primorosamente el instrumento. Al mismísimo Paganini, porque su violín sonaba "condenadamente" bien, se le hizo protagonista de alguno de ellos.


Claro que, si nos acercamos a otras creencias las cosas cambian mucho y los infiernos con ellas. Yo comulgo más con la idea de que los infiernos los sufrimos en vida, bien sea porque nosotros mismos los creamos por sólo saber mirar "desde la perspectiva del plano corto" o, muchas veces más, a aquellos que nos gusta ser pareja de baile del optimismo, porque nos los regalan los "diablos" que tenemos cerca. Como dicen bien los poetas los podemos encontrar, aun sin buscarlos, en las autopistas de la vida o en las primaveras que nos niegan. Y seguro que, en este tipo de avernos, no suenan violines. Seguro, muy seguro, que son ruidos estridentes los que suenan y, para descontaminarnos de la mala acústica, nada mejor que cerrar sus puertas.


En fin, de nuevo está aquí el verano con su llave maestra, con sus caminos sin prisa, y con todas sus promesas. Nos vemos al regreso!




martes, 28 de junio de 2011

Arlequines


Me disgrego, loca embelesada por los extramuros, lo expúreo


y lo nítido, por el sentido del humor más fulminante.


Qué escándalo, tal falta de recato natural. Me pregunto


qué se está gestando esta vez: un ensayo? sobre un poema?


desde lo intacto de un intervalo?


Si nada fuera de esto me existe, ni siquiera el


recuerdo del clima donde quedó el esfuerzo.


Y si el tiempo transcurre sin precisar, qué


es lo que se transforma en mis manos


mientras la tarde crispada permanece?


Me obligo a ser transcendental y receptiva, me sé


caída sin ciclos, y a mi amor lo estudian las estrellas.


Mabel Bellante. AKASIA. Ojos abiertos.



Buscando poemas sobre arlequines, un placer haber encontrado esta poeta en la red. Una escritora que podéis disfrutar en su blog: "Poemas dis-CURSIVOS". Una mujer con romanticismo funambulista pero con mirada distinta hacia la potencia universal que vive dentro. De funanbulista se define ella misma, el resto es definición de otros y a mí, con lo poco que entiendo de arlequines y siempre que ella lo permita, si lo llega a leer, se me antoja que bien podría ser una poeta que expresa, en alguno de sus versos, sentimientos de arlequín.


Pero, ¿qué es un arlequín? Evidentemente uno de los personajes clásicos que, en la Commedia dell´Arte, desempeña el papel de humilde servidor, conocedor de acrobacias y que va ataviado con un traje de retales, multicolores e irregulares, confeccionado con restos de telas y con la cara cubierta con una máscara, a veces negra, otras, basada en dos animales: mitad mono, mitad gato. Pero además para mí un arlequín es:


* Una forma de ser y sentir, no muy bien vista por muchos.


*Un ser curiosamente divertido y tan complaciente como un mono o un gato en ausencia de contrariedades.


*Una manera de afrontar la vida, tratando de disimular la contrariedad cuando llega, detrás de la máscara de la ironía, la sorpresa y el humor.


*Un luchador que lleva la alegría como escudo y la risa como espada.


*Un eterno enamorado de estrellas, de poetas, de bellezas, y de lunas...


¿Sencillo, no? Pues los hay que, al no entenderlo, arremeten contra ellos creyendo que actúan de protagonistas y, aunque anteriormente se hayan hecho "amigos" suyos simulando alabar su buen humor y con el único objetivo de sonsacar información, no tardan cuando la obtienen en retarles para no permitírselo e imitan sus piruetas de bufón del modo más ridículo.


Posiblemente entonces, estos pacíficos seres ,aunque les cueste la vida sacar su lado oscuro, se transforman en el gato que encorva la espalda y afila las uñas, en el mono irritado que enseña los dientes. Entonces, y sólo entonces, haciendo honor a los orígenes de su nombre, se cambian la careta por la del mítico Herla King de la Cacería Salvaje, y deciden hacer frente a sus contrincantes. Porque los arlequines, como servidores que son, no dudan en poner la otra mejilla, pero hay veces, que es bueno recordar que sólo se tienen dos.


domingo, 5 de junio de 2011

Somos memoria y sueño



Kanji que se pronuncia yume y que significa dream (sueño).


Desgarrada la nube: el arco iris


brillando ya en el cielo,


y en un fanal de lluvia


y sol el campo envuelto.


*
Desperté. ¿Quién enturbia


los mágicos cristales de mis sueños?


Mi corazón latía


atónito y disperso.


*
...¡El limonar florido,


el cipresal del huerto,


el prado verde, el sol, el agua, el iris...!


¡el agua en tus cabellos!


*
Y todo en la memoria se perdía


como una pompa de jabón al viento!



A. Machado "Galerías"



Leí, cierto día, que Dámaso Alonso dice que "Soledades" y "Galerías" de Antonio Machado son casi siempre espacios soñados y, por tanto, mágicos. El caso es que, en múltiples ocasiones, sueño y memoria aparecen unidos y, no es casualidad, puesto que si nos informarnos de por qué necesitamos dormir seguro que llegamos a la conclusión de que lo hacemos no sólo porque estamos cansados ya que con sentarse o tumbarse a descansar sería suficiente. Dormimos porque somos memoria y mientras lo hacemos la estamos archivando. No soy entendida en ello pero también he leído que durante las dos etapas del sueño procesamos nuestra memoria. En el sueño profundo fijando las experiencias personales y los conocimientos y en el no tan profundo soñando.


Pero, ¿qué son los sueños? Queda aún mucho por estudiar sobre ellos. A veces se recuerdan, otras no los recordamos. En ocasiones son absurdos, en muchas placenteros, pesadillas algunos... y todos son parte de nuestra actividad cotidiana y de la asociación de ideas que nuestro cerebro haga de ella. Por tanto, nuestros sueños, aunque nunca reflejen una experiencia completa o lógica, son un pedacito de nuestra existencia.


Soy de aquellas personas que casi nunca recuerda un sueño y, aunque sin preocuparme me lo he cuestionado, nada mejor que informarse. He entendido que los recuerdos viajan de una región del cerebro a otra hasta encontrar donde instalarse. Como la memoria funciona por asociación de ideas cuanto más se relacione un elemento con otro, mientras se sueña, más fácil será recordar el cuadro onírico. Total, que es creatividad lo que parece absurdo al despertarse. Lo que no me queda claro es si las personas que no recordamos nada soñamos en abstracto.


Pensando en las relaciones que existen entre vida y sueño me sigo preguntando si los sueños que soñamos despiertos tienen mucho que ver con los que soñamos durmiendo y, por eso, cuando despertamos lo hacemos cargados de energía positiva, con mayor ánimo y deseo de que se cumplan. ¿Igual cuando dormimos también conspiramos? ¿O conspira el Universo entero con nosotros? De ser así, dormir no sería morir un poco sino alimentar sueños y, por tanto, no debemos permitir nunca que empañen los nuestros.


sábado, 14 de mayo de 2011

Mi lado pirata

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En la contraportada del libro puede leerse:

-"Si no fueses una mujer, te convertirías rápidamente en uno de los mejores corsarios de este navío".

-"No me importa vivir escondida -murmuró Mary- si puedo estar a tu lado".


Que la portada rosa del libro no engañe, no se trata de una novela romántica. Más bien es la historia de una pirata que se salió de la norma rompiendo esquemas pero a la que, como puede apreciarse en la contraseña, sentimientos no le faltaban. Hasta los temidos piratas los tenían y, si bien, eran crueles atacando navíos, a la hora de repartirse el botín cada uno obtenía lo que en justicia le correspondía.


Todos, por distintos motivos, hemos jugado alguna vez a ser piratas. Unos, para alzarse con el botín (los más); otros, para pasar desapercibidos en ayuda de alguien. Yo misma fui corsario por una buena razón y, seguramente, no me importaría volver a decir seguramente desde el barco pirata que nos llevó al abordaje. No me importaría, si se me aceptara, volver a calzarme la pata de palo y a ponerme el parche en el ojo por la causa. No me importaría acudir a cualquier llamada de quien, en su llegada a puerto, me echara de menos. Lo que no voy a permitir, puesto que no di consentimiento para ser juzgada, es que ninguna otra pirata haga juicios de valor sobre mí sin conocerme y, mucho menos que, al no ser capaz de entenderme, intente tirarme por la borda para dejar patente su ego protagonista consiguiendo en su hazaña que se me eche de más. La rivalidad, entre buenos piratas, está descartada.


Aunque hoy que aquellos personajes de los mares ya no existen, y que lo importante es el reparto del tesoro, me temo que desafíar al oleaje en la mar brava no sea buena idea. No se debe olvidar que algunos somos bucaneros de agua dulce navegando sobre un cascarón de nuez a merced de la corriente, y sólo podemos enfrentarnos torpemente a la resaca de la mar picada .


(A ti, que no entendiste mi lado pirata, por si lo lees y te interesa)


lunes, 2 de mayo de 2011

Risa de mayo


"Boca de flor" Octavio Ocampo


"Cuento con tu risa"

Yo cuento con tu risa para alzarme

como un cometa tras la luna nueva.

No me asusta el otoño si tu vienes

con tus labios llenos de primavera.


Yo cuento con tu risa para el día que

la tristeza venga aquí a hospedarse

entre mis ojos llenos de nostalgia,

entre mis manos torpes de añorarte.


Pero cuento con tu risa, no lo olvides,

desde la noche oscura hasta el alba.

Cuento con tu risa, que es lo mismo

que no tenerle miedo a casi nada.


(Tres estrofas de la canción de Cómplices)


¡Sonríe, mes de mayo, que ya es hora! Pocas veces lo he pedido y muchas me lo has negado. Siempre me alegra que se puedan recoger los frutos de cualquier trabajo. Incluso las semillas que ayudé a sembrar cuyas flores otros recolectaron sirven de algo.

Disculpa si este mayo te pido un guiño de risa y flores. Si este mayo soy algo egoísta. Hace tiempo, y pacientemente, me puse a la cola y ya me va tocando. Disculpa si sigo consejos de grandes amigos que me dicen: ¿Y, tú, cuándo? Disculpa si después de haber dado, y viendo que quienes piden reciben, me atreva a pedir.

Es curioso, tengo una amiga que opina que quienes acostumbran a dar malacostumbran a los que reciben hasta el punto de que si, alguna vez, ellos se atreven a pedir serán rechazados. Al contrario, reciben elogios los acostumbrados a pedir, el día que dan algo. ¡Somos así de contradictorios! No sé si tendrá que ver con el mito del hijo pródigo que regresa... frente al que se queda en casa trabajando.

Pero lo dicho, mayo, no lo olvides: sin temor al rechazo, a mí también me encanta que me malacostumbren de vez en cuando. Y cuento, para ello, con tu risa porque de recuerdos, añoranzas y nostalgias ya voy bien servida este año.



domingo, 10 de abril de 2011

Una vez más, abril



"Wind" Vladimir Kush

ABRIL, el más cruel entre los meses,

hace que nazcan lilas en la tierra muerta,

mezcla recuerdos y deseos, sacude

raíces perezosas con lluvias vemales [...]

T.S. Eliot


Tantas veces he pasado por el mes de abril que debería haber aprendido a no jugar a detener el tiempo. ¿Cómo congelarlo en relojes modernos sin cuerda? El tiempo sólo se detiene en la memoria y en los recuerdos.


Este abril pasó el viento azotando ventanas en la casa, removiendo recuerdos, esparciendo semillas de primavera en otras partes; una vez más, sorprendiendo. Un viento burlón que sacudió ropajes, se llevó hojas nuevas de las ramas y siguió su camino en silencio.


Tantas veces, en abril, las hojas se hicieron mariposas y volaron a otros puertos invitando a no seguirlas... que he llegado a pensar como Eliot que abril es el más cruel de los meses. Tanto calor, tanta lluvia, tanta nube, tanto viento agitando molinos... y el tiempo que sólo se detiene en los recuerdos.



"Metaphorical" Vladimir Kush

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lunes, 21 de marzo de 2011

Cosiendo al sol

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"Therese Durant-Ruel, cosiendo". Renoir

En memoria de mi abuela que me enseñó a coser mientras pensaba, o viceversa. Aunque nunca aprendí, ni lo uno ni lo otro, algo siempre queda.

Llegó otra primavera y me encontró cosiendo al sol del jardín. Cierto que la vida se cose puntada tras puntada y es preciso rematar cada una de ellas no vaya a ser que quede algún hilo suelto por el que pueda escaparse y la labor se deshaga.

Quise dar la primera puntada, de esta primavera, con el hilo rojo de una leyenda oriental: la del anciano abuelo de la Luna, que sale cada noche a atar los meñiques de quienes deben estar unidos. El idéntico hilo del proverbio que reza: "Un hilo rojo invisible conecta a los destinados a encontrarse. A pesar del tiempo, lugar o circunstancias, el hilo puede tensarse, enredarse, perderse hasta casi desaparecer pero nunca podrá romperse". Con sus poemas, Gabriel Celaya elevó proverbio y leyenda a figura literaria.

Enhebré el hilo rojo, y no otro, porque a pesar de que, en el mundo que nos ha tocado vivir, los egos y los mi se están bordando más que los tú y los nosotros, cuyas puntadas se descosen y la labor no prospera, necesitamos seguir siendo creyentes de proverbio y leyenda.
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Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca!
Muerdes una manzana. Y la manzana existe.
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo.
Y abres tanto los ojos que matas a mi miedo,
y me das la manzana mordida que muerdo.
¡Tan real es lo que vivo, tan falso lo que pienso
que -¡basta!- te beso.
¡Y al diablo los versos
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero!
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(Extraído de "Dedicatoria final" Gabriel Celaya).

sábado, 12 de marzo de 2011

Lo que me dijo el gnomo en marzo

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Dibujo propiedad de: Jean Baptiste Monge (ilustrador francés).

Desde que, a mediados del siglo XIX, en la ciudad alemana de Gräfenroda en Thuringia, surgieran las primeras leyendas sobre gnomos de jardín, y fueran creados por Phillip Griebel; muchos han sido los defensores y detractores de estos personajes a los que no hay que confundir con los duendes. Los gnomos son siempre criaturas benefactoras; los duendes, más jóvenes y traviesos, no siempre.

La palabra gnomo puede derivar del griego "gnosis", conocimiento; o bien, del árabe "noum" que significa dormir. De ahí que se les dibuje como ancianos, por la experiencia, y que se nos aparezcan de noche. Existen muchas clases de gnomos: los de las casas, los de los bosques, los de jardín... A los de jardín les gusta protegerse en la sombra, se esconden entre las flores cuando se sienten fuera de lugar y, algunas veces , disfrutan contando historias melancólicas; por ello no deberían ser desubicados de su hábitat. Los detractrores de los gnomos de jardín, existen en Francia e Italia frentes de liberación de este tipo de gnomos, los "secuestran" de los jardines y los llevan a los bosques. Tales son las creencias sobre estos seres de fábula.

Pues bien, una de estas últimas noches del mediado mes de marzo, a la hora de los buhos, regresó mi gnomo del jardín a recitarme, en silencio, este poema. Qué curioso, que llegara hasta mí a través de otro poeta menos conocido que actualmente lee a Ángel González. ¡Adoro las coincidencias!

Callar puede ser una música,

una melodía diferente

que se borda con hilos de ausencia

sobre el revés de un extraño tejido.

La imaginación es la verdadera historia del mundo.

La luz presiona abajo.

La vida se derrama de pronto por un hilo suelto.

Callar puede ser una música

o también el vacío

ya que hablar es taparlo.

O callar puede ser tal vez

la música del vacío.

Roberto Juarroz "Poesía Vertical".

martes, 22 de febrero de 2011

"Palabra sobre palabra"


Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto,y limpio porque tú me miras
con buenos ojos, con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.

Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa.Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...

Un precioso poema de Ángel González escrito en "Palabra sobre palabra" para haceros saber que Irina, cansada de realidades que la enervan, vuelve a refugiarse bajo el ala de los cuentos donde intenta inventarse ella misma, sin ayuda de la poesía, vomitando historias fantásticas que, ¿por qué no?, por lo que puedan tener de viscerales, podrían ser más reales.

Allí os espero, a la una, a las dos, o a las tres en punto.


sábado, 12 de febrero de 2011

De recuerdos y olvidos

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En nuestros tiempos, no son muchas las personas de buena memoria. Salvo, desde luego, en el barrio de Flores. Todos sabemos las cosas que se cuentan sobre el barrio del Ángel Gris.Y, aunque conviene desconfiar de cualquier testimonio al respecto, es casi un hecho que los Hombres Sensibles hacen alarde de recordarlo todo y suelen ejercitarse en lances tan complicados como la tabla del 113. Ésto puede sorprender a quienes han oído que los Hombres Sensibles de Flores huyen de las precisiones científicas como de la peste y son más bien proclives a la improvisación. Pero también ocurre que estos espíritus atorrantes odian la muerte y sospechan que lo que se olvida, se muere. Por eso no es raro encontrar en los atardeceres de la calle Artigas a los muchachos sombríos memorizando versos murgueros , recordando la formación de Boca en 1955 o repitiendo en voz baja la lista de asistencia del colegio secundario. Están rescatando cosas de la muerte. A su manera, son salvadores.

Entre tantos enemigos como tienen los Hombres Sensibles, se hallan los Amigos del Olvido, organización con sede en Caballito, que propugna la abolición del recuerdo, según dicen porque duele. "Todo recuerdo es triste" declaran estos caballeros. Lo peor de estos impíos es su aire de inocencia, hijo del olvido de sus culpas. Sus semblantes sonrientes despiertan la simpatía de todos y cada día, docenas de socios nuevos se inscriben en la sede de la calle Rojas. El grupo se organiza en subcomisiones que se encargan a su turno de olvidar ciertas porciones del universo. Así, existe la Comisión del Olvido Permanente de Marcos Ciani, destinada a borrar las huellas del veterano piloto de Venado Tuerto. En sus reuniones la subcomisión delibera sobre toda clase de asuntos, con la excepción de aquellos que se vinculen de algún modo con Marcos Ciani. Una rama radicalizada de los Amigos del Olvido declara que los recuerdos no solo son tristes sino también falsos. "Jamas recuerda uno las cosas tal cual fueron", declaman. De modo que para esa gente, los recuerdos son especies de sueños y los sueños no merecen sino el desprecio. Mientras tanto, los Hombres sensibles tienen decidido que solo los sueños y los recuerdos son verdaderos, ante la falsedad engañosa de lo que llamamos el presente y la realidad...

No hace falta decir que los Amigos del Olvido son mas numerosos que los Hombres Sensibles o- al menos- presumen de ello. Mas justo sería aclarar que muchas personas son Hombres Sensibles sin siquiera sospecharlo. Vale la pena admitir en este punto que hay quienes se acercan a los Amigos del Olvido, no por simpatía filosófica, sino animados por propósitos tan mezquinos como el deseo de olvidarse de una señorita inconstante. Tales infiltrados son descubiertos casi siempre por los miembros de alguna comisión, quienes poseen un olfato especial para distinguirlos. Las sanciones son, en general, muy severas. Pero rara vez se cumplen, precisamente porque los encargados de ejecutarlas se olvidan de hacerlo. Los Amigos del Olvido aman el futuro. Pasan largas veladas contando hazañas que aún no han cumplido y jactándose de los amores que tendrán alguna vez. Sostienen -además- que siempre es mejor lo que ha ocurrido después. Constituye una experiencia interesante proponer a la elección de un amigo del Olvido dos objetos cualesquiera, siempre eligirán lo que se menciona en ultimo termino. - ¿Quiere usted un helado de crema o de chocolate? - De chocolate. -¿Lo prefiere usted de chocolate o de crema? - De crema. De este criterio surge un insoportable optimismo y espíritu progresista. Cualquier novedad es acogida en la sede de la calle Rojas con aplausos y vítores.

Los Hombres Sensibles - como todo el mundo sabe- odian el futuro, porque han descubierto que en el futuro esta la muerte.

El enfrentamiento entre ambos grupos ha llegado muchas veces a una módica violencia. Pero las ofensas no dejan rastros En unos, porque olvidan,. En los otros, porque perdonan. Según los Amigos del Olvido, la existencia de medios idóneos para almacenar el conocimiento torna inútil todo esfuerzo mental al respecto. Poco sentido tiene - arguyen- memorizar la historia de los fenicios, cuando hay libros que la atesoran cabalmente. Al oír esto, los Hombres sensibles se enfurecen: - Eh...los libros solo son recipientes que contienen lo que luego han de beber los hombres... Pero a estas alturas, los Amigos del Olvido ya están en otra cosa.

Muchos Hombres Sensibles temen a las computadoras, a las calculadoras electrónicas y al Cerebro Mágico. Sostienen que el uso de estos aparatos embota el ingenio y atrofia el intelecto. Por eso es que, con toda frecuencia, una melancólica patota recorre el barrio del Ángel Gris, destruyendo las maquinas de pensar que suelen cundir en oficinas, para no mencionar las cajas registradoras de los bares, los fixtures de Glostora, las balanzas y los relojes automáticos. (A la hora de destruir, los Hombres Sensibles se enardecen y no se andan con sutilezas)

En su larga lucha contra el recuerdo y la memoria, los Amigos del Olvido han desarrollado interesantes estrategias. Pero, sin ninguna duda, su más importante hallazgo fue el Licor del Olvido, un cordial de existencia incierta que -según parece- tiene la virtud de abolir el pasado en quien lo toma. En épocas lejanas, los hombres de la calle Rojas se limitaban a beber ellos mismos su licor, emborrachándose locamente de esperanzas sin presagios. Pero luego empezaron a mezclar el licor en la ginebra de los Hombres Sensibles para inducirlos a olvidar.

Pero lo peor ocurrió cuando los Hombres Sensibles alcanzaron a destilar el Vino del Recuerdo, cuyos efectos son -como ya se sospechara- opuestos a los del licor. También los muchachos del Ángel Gris recorrieron el mismo camino : bebieron solos primero y trataron después de usurpar las copas de los que nada recuerdan. Y eso fue terrible. Porque si el Licor del Olvido y el Vino del Recuerdo son de por si peligrosos, la mezcla es verdaderamente mortal. El autor de esta crónica cree haber probado -sin sospecharlo- ese espantoso cóctel. Sus efectos se traducen en oscuras añoranzas de lo que vendrá, en olvidos de lo que nunca fue y en un sabor amargo y dulce que hace llorar....

Estos tristes episodios propenden -sin embargo- al florecimiento de las artes en Flores, pues los Hombres Sensibles suelen componer sus mejores versos, elaborar sus canciones mas sentidas y tallar sus mas hermosos anillos cuando sufren. Poco cuesta imaginar cuál será el fin de esta lucha entre olvido y memoria. Los Hombres Sensibles de Flores están derrotados. De nada les valdrá oponerse a la muerte, porque la muerte llegará de todos modos. De nada les servirá su pasión por la memoria, pues toda memoria es perecedera. Y -en definitiva - el tiempo es el mejor aliado de los Amigos del Olvido. Pero es obligación de todos nosotros hacer un poco de fuerza por los muchachos de Flores, para que su derrota sea más honrosa. Recordemos todo el tiempo. No olvidemos nada. Ni el color de nuestras corbatas perdidas, ni el olor a tiza y sudor del colegio, ni el calor del asfalto sobre los pies descalzos, ni el gusto a jazmín de los besos en la noche, ni el aroma de la untura blanca. Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo. Y pensemos que después de todo, aunque la victoria final sea de los Amigos del Olvido, será un triunfo sin festejo. Nadie lo recordará jamás.

Texto casi íntegro de: "El recuerdo y el olvido en el barrio de Flores" Alejandro Dolina

Sin entrar en comentarios sobre lo que el escrito pueda significar para su autor, prioritariamente en su parte final, hoy ha sido mi oración de la mañana. Siento que es preciso ser creyente de recuerdos, aunque sin vivir de ellos, y los derroteros del mundo actual nos guían, cada vez más y más, hacia el individualismo del olvido. Sí, incluso a nosotros mismos nos olvidan en cualquier momento, no somos nada de lo que fuimos, prolifera el dicho "si te he visto no me acuerdo" y nos convertimos en seres molestos recordando a otros que sólo lo que no se olvida vive eternamente. Puede que sea cierto que los recuerdos son solamente sueños pero las realidades que se nos ofrecen son tan duras que, para no abandonar, progresar y aprender más cada día, los necesitamos como asidero.

¿O tal vez somos alguien sin el jugar a vivir del niño que fuimos, sin la abuela que tuvimos, sin la mesa en que comimos, sin los padres, sin los compañeros del colegio, sin los amigos que, aunque estén lejos siguen cerca, sin las canciones que cantamos, sin nuestros miedos y sueños...? Renovarse o morir está bien pero mucho mejor renovarse recordando experiencias y luego: "Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo".



sábado, 5 de febrero de 2011

Armonizando espacios

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Árbol chino-Feng Shui
Carpe Diem!
Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario... No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo... Somos seres humanos, llenos de pasión.

La vida es desierto y también es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia... Pero no dejes nunca de soñar, porque sólo a través de sus sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes... No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante... Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte... No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas...

Walt Whitman

Feng Shui (viento y agua) es una pseudociencia que se basa en que todo lo que nos rodea tiene también energía y hay que saber armonizarla. Es una disciplina de estética china que reúne las leyes del Cielo con las de la Tierra utilizando colores, números, animales y los cinco elementos para crear equilibrio en los espacios y, puesto que los habitamos,en uno mismo. La idea de que Ying y Yang se complementan y no deben oponerse es fundamental. Por otro lado, la filosofía del Carpe Diem, tema recurrente en la Literatura desde Horacio" Carpe diem quam minimun credula postero", tampoco es manca.

Había que entrar en acción como si no existiera un mañana. Necesitaba recargar de buena energía pilas gastadas por el paso del tiempo y es lo que he venido haciendo durante toda la semana. Conseguir buen o mal resultado, ¿qué importa? Hay cosas que si se trabajan en solitario no dan ningún resultado, de aquellos que nos rodean depende la otra mitad. Si después de crear buen ambiente montando todas y cada una de las piezas del cuadro, para decorar un espacio propio, no se entra en armonía con él, satisface, al menos, el saber que se ha sido coherente y se ha puesto en práctica la parte que a uno le corresponde, sin traicionase y sin remar en contra.


viernes, 21 de enero de 2011

El lápiz azul pálido

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Lámina del libro: "De historia et veritati Unicornis".


Unicornio Azul". Silvio Rodríguez.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
pastando lo dejé y desapareció.
Cualquier información bien la voy a pagar,
las flores que dejó no me han querido hablar.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
no sé si se me fue, no sé si se extravió...
Y yo no tengo más que un unicornio azul,
si aguien sabe de él, le ruego información:
cien mil o un millón yo pagaré.

Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer,
se fue.

Mi unicornio y yo hicimos amistad,
un poco con amor, un poco con verdad,
con su cuerno de añil pescaba una canción,
saberla compartir era su vocación.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
y puede parecer acaso una obsesión,
pero no tengo más que un unicornio azul
y aunque tuviera dos, yo solo quiero aquel.
Cualquier informacion la pagaré.

Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer,
se fue".
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En tiempos de mi parvulario sólo había en la escuela lapiceros redondos, sin brillo, de color madera; encontrar alguno exagonal, mejor barnizado, o de madera coloreada, costaba un triunfo. Sin embargo, mi tío abuelo, el ciego que me enseño a leer, guardaba sobre la chimenea un lápiz de color azul que fue siempre objeto de mi deseo. Cuando él me guiaba la mano, para que empezara a dibujar las primeras letras, trataba de convencerle de que no me salían bien porque el lápiz con el que escribía no era mágico. Por medio de aquella triquiñuela, conseguía escribir con el lápiz azul poniendo todo el entusiasmo para que las letras fueran perfectas, como si la inspiración surgiera apretando aquel trozo de madera azul pálido. Incluso hubo veces que me llevé una buena regañina por aventurarme sola, sobre una silla, para tratar de alcanzarlo o para asegurarme de que seguía allí, esperando a ser necesario. Si cualquier unicornio es una criatura fantástica de fe y de misterio, el lápiz azul fue mi unicornio de aquellos años. Lo perdí de vista al morir mi tío y, aunque no lo recuerdo como una gran perdida, ya que, a su muerte, tenía yo once años, cuando lo volví a encontrar, no hace mucho, en el cajón donde lo habían guardado, seguían vivos los recuerdos del tiempo que escribió ayudando a mi mano.
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La canción de Silvio siempre me ha embrujado y, es curioso, porque aunque hay muchas teorías de quién o qué se la inspiró, una de ellas, aunque tal vez la menos acertada, hace referencia a una pluma con la que escribía y se le extravió.
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Lo cierto es que, de grandes, necesitamos tanta fe y misterio, como de pequeños, para estar a salvo de sufrir pérdidas importantes. Los unicornios que perdemos de mayores sí los recordamos como una gran pérdida. A veces, irrecuperable.
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martes, 4 de enero de 2011

Coincidir, "descoincidir"

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"The Beach at Heist" Georges Lemmen

COINCIDIR

Soy vecino de este mundo por un rato
y hoy coincide que también tú estás aquí
coincidencias tan extrañas de la vida
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Si navego con la mente el universo
o si quiero a mis ancestros retornar
agobiado me detengo y no imagino
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Si en la noche me entretengo en las estrellas
y capturo la que empieza a florecer
la sostengo entre las manos...mas me alarma
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Si la vida se sostiene por instantes
y un instante es el momento de existir
si tu vida es otro instante... no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Autor: Alberto Escobar

(Es una canción mexicana. Aquí su traducción a varios idiomas)
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Quien haya leído alguna vez el blog, se habrá dado cuenta de que una de las palabras que más me atrae es coincidir (o coincidencia). No en cualquiera de sus acepciones pero sí en la que puede tener como sinónimos: armonizar, estar de acuerdo, encajar, encontrarse... Supongo que para que exista una coincidencia de esta índole no sólo se debe poner en marcha toda la maquinaria del Universo si no que, además, debe funcionar correctamente. Por eso, una "descoincidencia" puede llegar a desequilibrar más que un rabioso dolor de muelas y mucho más que cualquiera de las pérdidas naturales: de la muerte como consecuencia de la vida, del desgaste que llevan consigo las convivencias, del olvido que impone la distancia... incluso, de los desencuentros que trae la diferencia de opiniones. Estas pérdidas suelen, tarde o temprano, aceptarse y, para ellas, siempre se encuentran palabras de consuelo. Sin embargo las pérdidas que se producen de un instante a otro y se demuestran tan sólo con un giro de cabeza, mirando hacia otro lado, como si de pronto un muro invisible se interpusiera entre dos viejos "coincidentes" y no se vieran, éstas, dejan heridas profundas y tarde o nunca se aceptan.
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Cada vez que se acerca un chiquillo a comentarme una "descoincidencia" no consigo encontrar palabras de ánimo. No sirven siquiera las de: "Así es la vida", "Tienes que aceptarlo" o "Si eso pasó, no valía la pena"... porque ni así debe ser la vida, ante sucesos semejantes sería buena una explicación e igual sí merecía la pena. La personita que me lo cuenta se siente mutilada y yo no he sido preparada para entender ese tipo de absurdas pérdidas. Aunque el motivo aparente sea que el "descoincidente" encontró a alguien mejor con quien compartir sus momentos, es tan pequeño un corazón que no alberga varios coincidentes que, además, me niego a querer entenderlas. De lo que no me queda la menor duda es de que no se trata de pequeños problemas infantiles, en el mundo de los adultos crece la incomunicación, las "descoincidencias", y seguimos sin saber aceptarlas o sin querer resolverlas.
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OS DESEO UN FELIZ AÑO CON FELICES COINCIDENCIAS!
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