sábado, 4 de septiembre de 2010

Septiembre, flores y sombrillas.



Flores en septiembre...

LA VOZ A TI DEBIDA Versos 201 a 236. Pedro Salinas.
«Mañana». La palabra iba suelta, vacante, ingrávida, en el aire, tan sin alma y sin cuerpo, tan sin color ni beso, que la dejé pasar por mi lado, en mi hoy. Pero de pronto tú dijiste: «Yo, mañana...» Y todo se pobló de carne y de banderas. Se me precipitaban encima las promesas de seiscientos colores, con vestidos de moda, desnudas, pero todas cargadas de caricias. En trenes o en gacelas me llegaban —agudas, sones de violines— esperanzas delgadas de bocas virginales. O veloces y grandes como buques, de lejos, como ballenas desde mares distantes, inmensas esperanzas de un amor sin final. ¡Mañana! Qué palabra toda vibrante, tensa de alma y carne rosada, cuerda del arco donde tú pusiste, agudísima, arma de veinte años, la flecha más segura cuando dijiste: «Yo...»


... y también sombrillas.

Estoy pensando, es de noche,/en el día que hará allí/donde esta noche es de día./En las sombrillas alegres,/abiertas todas las flores,/contra ese sol, que es la luna/tenue que me alumbra a mí./Aunque todo está tan quieto,/tan en silencio en lo oscuro,/aquí alrededor,/veo a las gentes veloces,/prisa, trajes claros, risa,/consumiendo sin parar,/a pleno goce, esa luz/de ellos, la que va a ser mía/en cuanto alguien diga allí/«ya es de noche»./La noche donde yo estoy ahora,/donde tú estás junto a mí/tan dormida y tan sin sol/en esa/noche y luna del dormir,/que pienso en el otro lado/de tu sueño, donde hay luz/que yo no veo./Donde es de día y paseas?/te sonríes al dormir?/con esa sonrisa abierta,/tan alegre, tan de flores,/que la noche y yo sentimos/que no puede ser de aquí./"LUZ DE LA NOCHE". Pedro Salinas.
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