domingo, 12 de diciembre de 2010

"Más de cien palabras, Más de cien motivos"

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No es la Navidad una época del año que me entusiasme demasiado. Y no sólo por verla como la mentira consumista en la que hay que ser feliz, cueste lo que cueste, si no porque casi siempre me llegó envuelta en nostalgias y recuerdos de ausencias. Sin embargo este año, que no se portó nada bien conmigo, ha querido que venga con cierto aroma a presencia. Mi padre, que "se negó" a morir la Navidad pasada, sigue entre nosotros y eso es un buen motivo para valorar lo que no se pierde. Él, con el humor que le caracteriza nos lo recuerda: "No penséis que este año os voy a librar del jaleo de las compras y las fiestas". Seguro que le gusta el arbolito porque es uno de los amigos a los que les debo mucho y porque le encantan las palabras, los motivos y hacer que cada día sea el mejor momento. Nos repite, a menudo, una frase que creo que dijo la Madre Teresa: "Cuando no puedas correr trota, cuando no puedas trotar camina, cuando no puedas caminar usa el bastón pero nunca te detengas".

"Más de cien palabras más de cien motivos,

para no cortarse de un tajo las venas.

Más de cien pupilas para vernos vivos,

más de cien mentiras que valen la pena."

"No hay mejor momento."

¡FELIZ NAVIDAD, AMIGOS!

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domingo, 28 de noviembre de 2010

La realidad

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Paul Delvaux "Mujer ante el espejo"

La realidad es una señora muy mágica e inagotable. Cuando uno siente que ya no queda nada que decir, que es mejor callar ya que las palabras deben ser mejores que el silencio, aparece la realidad, te toca en el hombro y te dice: supiste lo que pasó. Y ahí uno vuelve, otra vez, a sentirse estimulado por esa señora muy maga, muy loca, muy poeta. Hay que saber verla, descubrirla, tener la alegría de revelarla. Estamos ciegos, entrenados para no ver y en eso los Medios tienen gran parte de la responsabilidad. Nos entrenan para no verla o para verla mentida. Nos entrenan en la cultura del no se puede cambiar que conduce al vas a padecer el futuro, desfiguran la realidad en lugar de transmitirla. Resumen de lo que comentó Eduardo Galeano en la presentación de su libro: "Espejos". Sí el mismo escritor que reivindicó el derecho de soñar.


Sin embargo el mundo de este milenio se ha transformado en un devora hombres, peor aún: en un devora niños. Las nuevas tecnologías y la prisa les van privando de la voz que comunica sentimientos, de los abuelos cuentacuentos, de las cartas de un familiar o amigo lejano que huelen a caricia, del derecho de ser niño: de vestir, de jugar, de actuar y cantar como niños. Y, ya que estos niños serán los hombres del mañana, deben, al menos, conocer que el derecho se soñar se nos sigue negando. Por suerte, todavía algunas escuelas han suplantado la personalidad de una sociedad de ayer intentando derribar muros para así comunicar espacios entre aquella y la de hoy, de la que tampoco debemos olvidarnos. Allí se les enseña algo que detrás de la valla no existe: a jugar como niños, a cantar como niños, a soñar como niños, a sentir como niños... Allí se les presenta, entre fantasía y cuentos, a esa señora loca llamada realidad desde otros puntos de vista para que cuando se la encuentren sepan reconocerla y establecer con ella un buen diálogo. Y no es tarea fácil porque al salir de la que es, sin duda, su segunda casa creen haber estado soñando. Aún así, cada mañana, hay alguien que les pone el mundo patas arriba y dice: ¡Vayan pasando, señoras y señores! ¡Vayan pasando! ¡Entren en la escuela del mundo al revés! ¡Que se alce la linterna mágica! ¡Imagen y sonido! ¡La ilusión de la vida!... ¡Comenzamos! Y no lo duden, hasta las cuatro, las personas mayores también nos ilusionamos y soñamos.



lunes, 1 de noviembre de 2010

Invocando a la suerte.

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Lakshmi la diosa hindú de la buena fortuna


Una vez que la diosa de las flores de loto, personificación de la belleza, el encanto y la gracia, se mostró magnánima y generosa dejándose convencer con algunas imágenes y sentidas palabras. Una vez que permitió, como mejor regalo de fortuna, darnos a conocer que otro mundo existe. Deseo dejarle por escrito mi agradecimiento y rogarle que no se sienta ofendida si invoco también a otras divinidades de la suerte y las traigo hasta el blog para estar alerta y reconocerlas... por si se acercan... por si se escapan.

La diosa Fortuna (Tyké para los griegos)

"Cuenta la leyenda, que sigue siendo cierto que si en tu camino atrapas alguna vez a la diosa Fortuna, los dioses te concederán lo que desees para que la dejes libre.

Por tanto...recuerda...

  • Deberás estar alerta, con los ojos bien atentos y la mirada curiosa.
  • Deberás cambiar de lugar en vez de esperarla siempre en el mismo sitio, porque bien podría ser que ya hubiera pasado por allí y nunca repita su paso.
  • Deberás verla acercarse, reconocerla.
  • Tendrás que acercarte cuando pase por tu lado: si te distraes no podrás agarrarla ni de la trenza porque ésta cuelga hacia delante.
  • Si se te escapa, no la persigas porque corre mucho más rápido que tú.
  • Sólo aprende y permanece alerta para la próxima vez que te cruces con ella."

"El mito de la diosa Fortuna" Jorge Bucay.

Por lo que igualmente la leyenda cuenta, era la encargada de llevar, a punto de amanecer, la ambrosía a los dioses para que saciaran su apetito de inmortalidad. Hasta que un día, cayó en las redes de un pescador y las divinidades tuvieron que darle todo lo que él pedía a cambio de dejarla libre. Desde entonces, sabiendo que los humanos la persiguen para atraparla, se muestra muy huraña. Démeter le enseñó todo lo que hay que saber sobre la cosecha, Mercurio le dio alas, Diana le enseñó a esconderse donde nadie la viera, Urano a no dejarse atrapar, Ares la estrategia de la guerra, Afrodita a peinar su cabello para que no fuera su talón de Aquiles dejándolo a merced del viento cuando corriera... y creo que fue idea propia que la senda que elige cada día no sea previsible.

Por tanto, cuando pase por nuestro lado, hay que estar alerta.


Maneki-neko el gato oriental de la fortuna.

Y, por último, algo que está muy de moda, Maneki-neko (en Japón) o, lo que es lo mismo, Zhaokai Mao (en China). Aunque no sea una diosa tiene también sus leyendas, varias. Puede ser visto (o vista porque puede que sea gata) con frecuencia en muchas tiendas, restaurantes y otros negocios orientales. No está saludando ni jugando a "Piedra, papel o tijeras", llama: "Entra, por favor. Eres bienvenido". Los orientales saludan con el brazo levantado y la palma flexionada hacia abajo al contrario que los occidentales que doblamos la palma hacia arriba. Los que atraen la fortuna material suelen ser dorados o plateados pero los hay de muchos colores. El azul invita a que se cumplan los sueños. ¡Eso es lo que pido!

Porque a pesar de no ser creyente de fetiches, de ídolos, ni de santos.... me encantan los simbolismos, hoy pongo mi altarcito en el blog como una santera. Lo dicho, y también con música de la buena: "Que la suerte te acompañe" y que disfrutes enormemente de tus viajes que ya han sido tu gran premio, niña!!

Así sea!

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sábado, 16 de octubre de 2010

A contraluz.

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Soy esa flor

Tu vida es un gran río, va caudalosamente.
A su orilla, invisible, yo broto dulcemente.
Soy esa flor perdida entre juncos y achiras
que piadoso alimentas, pero acaso ni miras.

Cuando creces, me arrastras y me muero en tu seno;
cuando secas, me muero poco a poco en el cieno;
pero de nuevo vuelvo a brotar dulcemente
cuando en los días bellos vas caudalosamente.

Soy esa flor perdida que brota en tus riberas
humilde y silenciosa todas las primaveras.

Alfonsina Storni.

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Octubre puso fin a los azules. Emocionadas palabras, escritas en el viento con todos los afectos desatados, se hicieron hojas de un árbol, las hojas pájaros y los pájaros emigraron a lugares más cálidos. Ya sólo queda la caché en nuestro recuerdo. Eso, si no es que la memoria nos engaña y nos lo imaginamos. Nos gustaba asomarnos a aquel viejo patio de luces en el que cada tarde, a contraluz, nos dibujábamos ocultando detalles e iluminados por una luz principal que deseábamos resaltar, aun sin conocimiento fotográfico, apuntando con la cámara hacia la fuente de luz, desde el lado contrario. No deseábamos que ningún efecto de retroiluminación causara un fuerte contraste enfatizando las líneas y perfiles de nuestra silueta. También es cierto que nos hicimos asiduos del lugar y nos gustaba encontrarnos con los que un día fueron desconocidos y luego amigos para reír con ellos y con sus ocurrencias o para desearnos simplemente un buen día. Pero el reloj del tiempo nos encendió la noche, nos apagó los días y las luces del patio. Sin embargo, volveremos a brotar como hojas nuevas en cada azul que anuncie primavera.

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sábado, 4 de septiembre de 2010

Septiembre, flores y sombrillas.



Flores en septiembre...

LA VOZ A TI DEBIDA Versos 201 a 236. Pedro Salinas.
«Mañana». La palabra iba suelta, vacante, ingrávida, en el aire, tan sin alma y sin cuerpo, tan sin color ni beso, que la dejé pasar por mi lado, en mi hoy. Pero de pronto tú dijiste: «Yo, mañana...» Y todo se pobló de carne y de banderas. Se me precipitaban encima las promesas de seiscientos colores, con vestidos de moda, desnudas, pero todas cargadas de caricias. En trenes o en gacelas me llegaban —agudas, sones de violines— esperanzas delgadas de bocas virginales. O veloces y grandes como buques, de lejos, como ballenas desde mares distantes, inmensas esperanzas de un amor sin final. ¡Mañana! Qué palabra toda vibrante, tensa de alma y carne rosada, cuerda del arco donde tú pusiste, agudísima, arma de veinte años, la flecha más segura cuando dijiste: «Yo...»


... y también sombrillas.

Estoy pensando, es de noche,/en el día que hará allí/donde esta noche es de día./En las sombrillas alegres,/abiertas todas las flores,/contra ese sol, que es la luna/tenue que me alumbra a mí./Aunque todo está tan quieto,/tan en silencio en lo oscuro,/aquí alrededor,/veo a las gentes veloces,/prisa, trajes claros, risa,/consumiendo sin parar,/a pleno goce, esa luz/de ellos, la que va a ser mía/en cuanto alguien diga allí/«ya es de noche»./La noche donde yo estoy ahora,/donde tú estás junto a mí/tan dormida y tan sin sol/en esa/noche y luna del dormir,/que pienso en el otro lado/de tu sueño, donde hay luz/que yo no veo./Donde es de día y paseas?/te sonríes al dormir?/con esa sonrisa abierta,/tan alegre, tan de flores,/que la noche y yo sentimos/que no puede ser de aquí./"LUZ DE LA NOCHE". Pedro Salinas.
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domingo, 18 de julio de 2010

Aún quedan tardes de verano.




ALICATADO PARA UNA TARDE DE VERANO

Para traspasar las hojas,
la luz se pone de lado.
Se despereza el aroma
y hay un sopor que, despacio,
deshilachan las zumbonas
avispas del emparrado.
La paz del jardín se esparce
por el brillo del acanto
y la tarde se inaugura
al regarse el empedrado.

Hay rincones invisibles
con amores encalados
y persianas donde crece
la penumbra del verano.
El mirador se remira
en los reflejos más altos.
Alguna risa que llega
por el silencio rampando
y el agua, dueña y señora
por fuentes y por regatos.

El aire tiene un desgaire
de mimbre desangelado.
El arrayán cuadricula
la dicha de estar mirando.
Desde los poyetes, rastras
en macetas de geráneos
cuelgan hasta el arriate
buscando su olor mojado.
El silencio se despierta
picoteado de pájaros.

Las glicinias se retuercen
sobre sus pomos morados
y son de azulejo y frío
los zócalos y los bancos.
El chirrido del portón
anuncia el rito diario.
Las sillas, de recia anea.
El vino, de mano en mano.
La amistad, como beberse
la tarde de un solo trago.

Rafael Guillén. "Mis amados odres viejos".

Tras un año poco creativo en el que imperó la ley de la selva, quiero dejar en el blog la imagen de una tarde de verano en la sabana; puede que tampoco sea fácil escapar a sus leyes pero, al menos, hay espacio para salir a la carrera.

También, el poema que dibuja otra tarde en un patio andaluz que, aunque no sea mi patio, me recuerda mil tardes de paz en el jardín y mil charlas con seres queridos.

Y, por último, como ya se hizo costumbre, un cuento jamás escrito y escondido en la página de los cuentos.

Buenas tardes de verano y que el próximo otoño, por otoño y por inspirador, nos sea muy productivo.


sábado, 3 de julio de 2010

Rachas...baches.


"Espiral hacia el dite" Patriccio K Pect.

Cierto día, un compañero de colegio señaló en la calle a una mujer, diciéndome:

- Mírala está muerta.

A mí me parecía imposible que una difunta se moviera con aquella naturalidad entre la gente. De hecho sabía que era mentira, pero resultaba excitante creérselo, así que le seguí el juego. Mi amigo me aseguró que era capaz de distinguir a una mujer muerta entre mil mujeres vivas.

- ¿Pero en qué lo notas?

- En nada en concreto y en todo a la vez. Si te fijas, van envueltas en una burbuja de paredes invisibles. Cuando seas capaz de percibir esa burbuja, aprenderás a distinguirlas.

Juan José Millás. "La muerta" (Los objetos nos llaman).

No sé quién es el que se ocupa en meternos dentro de la burbuja. Lo cierto es que, a veces, "el pájaro que da cuerda al mundo" cambia inesperadamente su "ric-ric" por un sonido bastante más desagradable que nos desorienta haciendo que nos perdamos en un oscuro bosque sin vida lleno de pozos, despeñaderos y baches; llevándonos a conocer lugares que a Dante pudieron antojársele interesantes pero que a nosotros no nos lo parecen. Comienza, por ejemplo, una mañana, como tantas otras pero diferente, en la que vienen a anunciarte la muerte de un ser querido, demasiado joven para irse, y cuando tratas de sobreponerte y aceptar (no queda otro remedio) le sigue un infarto, averías a destiempo, enfermedades, un par de accidentes, un robo, desencuentros, incomodidades que te presta gente a la que le gusta molestar, desastres... y así, durante seis largos meses, casi todo lo malo que puede suceder, sucede.

Tampoco sé quién se ocupa, en esos momentos, de darnos fuerza para soportarlo, para movernos con cierta naturalidad entre una gente que casi ni se entera; igual somos nosotros que aprendimos a disimularlo bien, igual es la burbuja que nos aísla protegiéndonos en el descenso. El caso es que un año que se presentaba con una cifra bonita, veinte y mitad de veinte, no ha llegado hasta mí con grandes alegrías. Sin embargo he sobrevivido a casi todos los círculos infernales, que es lo bueno, y por ello creo que merezco disfrutar de vacaciones más que nunca para regresar en un próximo septiembre, no menos merecido.

Sé que el balance del año suele hacerse en diciembre, en mi profesión se hace la memoria de fin de curso y aunque el platillo, en la balanza, se incline hacia el lado negativo (también hubo algo positivo) sólo son palos de la vida, rachas, baches de tristeza que dejan crispación y desasosiego durante un tiempo pero que, mientras puedan contarse, pueden superarse. Igual hasta me pueda deshacer de la burbuja y comiencen a surgir las cosas buenas, como sucede al final de la obra de Dante.

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jueves, 3 de junio de 2010

Segundas partes

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Botas de la Reina Roja. Exposición:"Alicia en el País de las Maravillas" Tim Burton

Alicia miró alrededor suyo con gran sorpresa.
-Pero ¿cómo? ¡Si parece que hemos estado bajo este árbol todo el tiempo! ¡Todo está igual que antes!
-Pues claro que sí! -convino la Reina-. Y, ¿cómo si no?
-Bueno, lo que es en mi país -aclaró Alicia, jadeando aún bastante, cuando se corre tan rápido como lo hemos estado haciendo y durante algún tiempo, se suele llegar a alguna otra parte...
-¡Un país bastante lento! -replicó la Reina-. Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.
Lewis Carrol, "Alicia a través del espejo".
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Sabía de memoria como sucedió la primera vez y no deseaba repetirlo: Cayó por el agujero de la madriguera del conejo a través de la cual se coló la propia Alicia. Llegó a un país desconocido que equivocó con un país de ensueño donde no fue invitada... La historia se repetía ahora de forma distinta. Los habitantes del país de la Reina Roja debían correr lo más rápido que pudieran para permanecer donde estaban porque el país se movía con ellos.
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Sin embargo, sentía de nuevo la llamada de la madriguera. En caso de que tuviera que volver a precipitarse en su interior, le gustaría llegar a algún sitio, no derrocharía fuerzas para permanecer inmóvil. ¿Y si, avanzar o no, dependía del calzado que se pusiera? No quería, al sonar las doce, tener que salir corriendo y perder el zapato que, al día siguiente, los emisarios reales probarían a todas las damas del reino. Demasiado sudado cuando llegara hasta ella. Tampoco le apetecía calzarse las zapatillas rojas y no parar de dar saltos, prefería controlar sus pasos.
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Le encantaría volver a saludar al gato. Tal vez él le indicara el camino ahora que ya sabía donde quería ir. Indudablemente, incluso cuando nos hemos perdido, a todos nos gusta que nos hagan sonreír y el gato era un gato risón pero... ¿la recordaría o, entre tanto nuevo personaje, pasaría desapercibida? Recuerdos había que, aun sin la presencia del minino, hacían que se le escapara la risa. Se alegró de que el gato la hubiera domesticado un poquito pero encerró la risa bajo llave en el baúl de los sueños porque, en ese momento, necesitaba más ritos que risas. Hay veces que el desahogo del llanto resulta más eficaz que una risa .
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Se calzó las botas de la Reina Roja, descubrió que la madriguera comunicaba el mundo exterior con otro subterráneo, ni mejor ni peor que el suyo. No se la echaría en falta. Comenzó a pensar que debía quererse más, por una vez sería egoísta. Había ya perdido bastante tiempo en otros. Respiró hondo. Notó lo bueno que es pararse a respirar profundo. Aprendió que estarse quieto lleva también a algún sitio. Supo decir no. Creció y dolió menos. Se abandonó al sueño...
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Cuando despertó seguía con las botas puestas. Al descalzarse, se emocionó al ver que cada una de las suelas tenía dibujado un corazoncito.
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lunes, 24 de mayo de 2010

A veces , con el tiempo...

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Avec le temps... by Anne Pivron.


A veces, con el tiempo...

Aprendemos a aproximarnos más a la realidad, a procurar no caer en fantasías y enigmas, a no darle un respiro a la indiferencia, a que nadie tenga que echarnos de menos y a alejarnos de aquellos lugares donde se nos hizo de más.

Aprendemos a no seguir la misma senda de quienes no encuentran el momento para preguntarnos ¿cómo estás? ni tampoco la de aquellos que, aunque nos lo preguntan, no desean pararse a escuchar la respuesta.

Aprendemos que caminar al lado del otro, no significa ir delante o detrás. Que es más necesario demostrar, a los que tenemos cerca, que seguimos junto a ellos a que lo tengan que dar por supuesto.

El tiempo nos enseña a no querer ser más que nadie, pero tampoco menos. A pensar que no somos imprescindibles, sin dejar de valorar que somos necesarios y únicos para los demás.

Con el tiempo aprendemos que, aunque renunciar a alguien pueda ser también una prueba de afecto, nadie sienta la necesidad de tener que renunciar a nosotros.

Aprender a aprehender a los otros es mucho más difícil, necesitaríamos una larga vida para conocernos y la nuestra es breve, tan sólo nos da tiempo a interpretar algunas pinceladas del color de aquellos con los que la compartimos.
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jueves, 20 de mayo de 2010

EL concurso.



Fue el primer concurso en el que participé. Se trataba de ganar una entrada doble para un concierto y para conseguirlo tenía que adivinar el título de la canción y comentar lo que significaban para mí los siguientes versos:

"Funde la plata en chapa
si, alguna vez,
ves que la prisa mata
y yo no paro de correr".

Tengo por costumbre hacer comentarios demasiado largos pero no sé por qué, esta vez, pensé en "Lo bueno si breve, dos veces bueno" y allá me lancé diciendo:

"Es de suponer que cuando se escriben canciones y, dependiendo del estado de ánimo, se sienta interiormente un brusco terremoto, una tremenda avalancha o una leve sacudida. Algo similar sucede al escucharlas.

Aunque el contexto de "Mañana me voy" pueda relacionarse con momentos anteriores a una despedida, en los que se trata de recordar y poner en orden todo aquello que no quisiéramos dejar de hacer antes de la ida, personalmente la identificaría con las posteriores reflexiones introspectivas que suelen hacerse cuando, habiéndonos marchado ya, algo que no se consideró tan importante, comienza a echarse en falta. Siendo así, los versos a comentar intentarían reparar el error cometido.

Fuera de contexto, esos versos, los traduciría como una invitación a un cambio de vida, de mejor a peor, y que, en realidad, podría resultar viceversa."

Me sentí orgullosísima de haber resumido tan bien pero... no gané. Sin embargo puedo asegurar que, a pesar de la infinidad de mejores comentarios que se recibieron, el mío era el más acertado. Sencillamente porque era el mío. O, al menos, ese fue el premio de consolación que nos dieron.


domingo, 16 de mayo de 2010

Un mayo de cine!


"Metamorfosis". Escher.

...la vida, ¿cuándo fue de veras nuestra?,/¿cuando somos de veras lo que somos?,/bien mirado no somos, nunca somos/a solas sino vértigo y vacío,/muecas en el espejo, horror y vómito,/nunca la vida es nuestra, es de los otros,/la vida no es de nadie, todos somos/la vida, pan de sol para los otros,/los otros todos que nosotros somos/,soy otro cuando soy, los actos míos/son más míos si son también de todos,/para que pueda ser he de ser otro,/salir de mí, buscarme entre los otros,/los otros que no son si yo no existo,/los otros que me dan plena existencia,/no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,/... Piedra de Sol Octavio Paz

Mayo comenzó en las nubes del fotograma de un corto, de temática atemporal, tras las que se filtraba un rayito de sol. ¿Y si me equivoco?-recuerdo que me decías. Equivócate y lo sabrás -respondí yo (y eso te gustó). Pero ¿qué esperabas que te dijera sabiendo que era tu sueño?

Después, largas conversaciones: - Lo malo que tiene este mundillo es lo mucho que endiosa y a mí me gustaría seguir siendo como soy. -Piensa que el presunto responsable no es el mundillo, que más bien se trata de que entra en él mucho dios. Procura subir cada escalón sin olvidar a aquellos que encuentres si quieres que cuando bajes sigan contigo.

Luego, muchísimo trabajo, muy pocos frutos y demasiado cineasta que no recuerda sus comienzos ¿Qué más da comer o no? Todo sea por tener un currículum cada vez más largo y ya veremos si queda sitio para ti y para otros.

Por eso, ¡qué alegría haberte visto este Mayo subiendo tu primer escalón! Entre emociones desatadas y gente que elige no echar de menos, poder escuchar un nombre, que debía recibir uno de los premios por su trabajo bien hecho, a nada es comparable. Ni siquiera nos quedó tiempo para lágrimas, es más, a todos se nos escapó una sonrisa cuando comprobamos que te temblaba la voz. ¡Qué inmensa suerte que seamos capaces de transformarnos, dejando de ser nosotros mismos, para vivir la vida de aquellos a los que amamos!


viernes, 23 de abril de 2010

Poema a modo de cuento

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"Los zapaticos de rosa"

A mademoiselle Marie: José Martí.

Hay sol bueno y mar de espuma,/Y arena fina, y Pilar/Quiere salir a estrenar/Su sombrerito de pluma.// -«¡Vaya la niña divina!»/ Dice el padre y le da un beso:/«¡Vaya mi pájaro preso/A buscarme arena fina!»// -«Yo voy con mi niña hermosa»,/Le dijo la madre buena:/«¡No te manches en la arena/Los zapaticos de rosa!»// Fueron las dos al jardín/Por la calle del laurel:/La madre cogió un clavel/Y Pilar cogió un jazmín.//Ella va de todo juego,/Con aro, y balde, y paleta:/El balde es color violeta:/El aro es color de fuego.//Vienen a verlas pasar:/Nadie quiere verlas ir:/La madre se echa a reír,/Y un viejo se echa a llorar.//El aire fresco despeina/A Pilar, que viene y va/Muy oronda: -«¡Di, mamá!/¿Tú sabes qué cosa es reina?»// Y por si vuelven de noche/De la orilla de la mar,/Para la madre y Pilar/Manda luego el padre el coche.//Está la playa muy linda:/Todo el mundo está en la playa:/Lleva espejuelos el aya/De la francesa Florinda.//Está Alberto, el militar/Que salió en la procesión/Con tricornio y con bastón,/Echando un bote a la mar.//¡Y qué mala, Magdalena/Con tantas cintas y lazos,/A la muñeca sin brazos/Enterrándola en la arena!//Conversan allá en las sillas,/Sentadas con los señores,/Las señoras, como flores,/Debajo de las sombrillas.//Pero está con estos modos/Tan serios, muy triste el mar:/¡Lo alegre es allá, al doblar,/En la barranca de todos!//Dicen que suenan las olas/Mejor allá en la barranca,/Y que la arena es muy blanca/Donde están las niñas solas.//

Pilar corre a su mamá:/-«¡Mamá, yo voy a ser buena:/Déjame ir sola a la arena:/Allá, tú me ves, allá!»// -«¡Esta niña caprichosa!/No hay tarde que no me enojes:/Anda, pero no te mojes/Los zapaticos de rosa.»// Le llega a los pies la espuma:/Gritan alegres las dos:/Y se va, diciendo adiós,/La del sombrero de pluma.//¡Se va allá, dónde ¡muy lejos!/Las aguas son más salobres,/Donde se sientan los pobres,/Donde se sientan los viejos!//Se fue la niña a jugar,/La espuma blanca bajó,/Y pasó el tiempo, y pasó/ Un águila por el mar.//Y cuando el sol se ponía/Detrás de un monte dorado,/Un sombrerito callado/por las arenas venía.//Trabaja mucho, trabaja/Para andar: ¿qué es lo que tiene/Pilar que anda así, que viene/Con la cabecita baja?//Bien sabe la madre hermosa/Por qué le cuesta el andar:/-«¿Y los zapatos, Pilar,Los zapaticos de rosa?»// -«¡Ah, loca! ¿en dónde estarán?/¡Di, dónde, Pilar!» -«Señora»,/Dice una mujer que llora:/«¡Están conmigo: aquí están!»/ -«Yo tengo una niña enferma/que llora en el cuarto oscuro./Y la traigo al aire puro/A ver el sol, y a que duerma.//-»Anoche soñó, soñó/con el cielo, y oyó un canto:/Me dio miedo, me dio espanto,/Y la traje, y se durmió.//»Con sus dos brazos menudos/Estaba como abrazando;/Y yo mirando, mirando/Sus piececitos desnudos.»//Me llegó al cuerpo la espuma,/Alcé los ojos, y vi/Esta niña frente a mí/ Con su sombrero de pluma».//-«¡Se parece a los retratos/Tu niña!» dijo: «¿Es de cera?/¿Quiere jugar? ¡Si quisiera!.../¿Y por qué está sin zapatos?//»Mira: ¡la mano le abrasa,/Y tiene los pies tan fríos!/¡Oh, toma, toma los míos;/Yo tengo más en mi casa!»// «No sé bién, señora hermosa,/Lo que sucedió después:/¡Le vi a mi hijita en los pies/Los zapaticos de rosa!»//

Se vio sacar los pañuelos/A una rusa y a una inglesa;/El aya de la francesa/Se quitó los espejuelos.//Abrió la madre los brazos:/Se echó Pilar en su pecho,/Y sacó el traje deshecho,/Sin adornos y sin lazos.//Todo lo quiere saber/De la enferma la señora:/¡No quiere saber que llora/De pobreza una mujer!//-«¡Sí, Pilar, dáselo! ¡y eso/También! ¡tu manta! ¡tu anillo!»/ Y ella le dio su bolsillo:/Le dio el clavel, le dio un beso.//Vuelven calladas de noche/A su casa del jardín:/Y Pilar va en el cojín/De la derecha del coche.//Y dice una mariposa/Que vio desde su rosal/Guardados en un cristal/Los zapaticos de rosa.

No hace mucho tiempo, alguien que visitó la auténtica Cuba, y se perdió en sus calles más humildes, me trajo como regalo un libro medio deshojado de José Martí. Se titula: "La edad de oro". En la reseña puede leerse que sus relatos pretenden estimular a amar más el sentimiento que lo sentimental. Sin embargo yo lo tengo guardado, como oro en paño, por algo sentimental: en el mundo en que me muevo, cuando vas a comprar un libro para regalo, puede que sea común que te interroguen sobre los gustos de la persona que lo va a recibir, pero no es nada habitual que te pregunten cómo se llama y mucho menos que, inmediatamente después de tu respuesta, se dibuje en su rostro una sonrisa y te sugieran: "cuando se lo des, pídele que cada vez que lea el poema de Martí se acuerde de mi niña porque le encanta".

La frase me sonó a música, lo he leído muchas veces.Y aquí estoy de nuevo, en el Día del Libro, leyéndolo, recordando, tratando de imaginar a una niñita que corretea por las calles más humildes de Cuba que se emociona al leer "Los zapaticos de rosa".
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lunes, 19 de abril de 2010

La magia de una bicicleta



-4-

Yo sé que tiene alas.
Que por las noches sueña
en alta voz la brisa
de plata de sus ruedas.

Yo sé que tiene alas.
Que canta cuando vuela
dormida, abriendo al sueño
una celeste senda.

Yo sé que tiene alas.
Que volando me lleva
por prados que no acaban
y mares que no empiezan.

Yo sé que tiene alas.
Que el día que ella quiera,
los cielos de la ida
ya nunca tendrán vuelta.
*
"Balada de una bicicleta con alas."

Rafael Alberti.

Hoy, 19 de Febrero, es el Día Mundial de la bicicleta. Para ilustrarlo no se me ocurre nada mejor que un dibujo de Tute y la cuarta parte del poema de R. Alberti que lleva por título "Balada de una bicicleta con alas" .

Ayer vi en tv. el último capítulo de "Redes" de E. Punset. "Mentes conectadas sin brujería" que trataba de las neuronas espejo, uno de los grandes descubrimientos de las dos últimas décadas, en el que se informaba que podríamos verlas como una red invisible que une a los humanos: si tú ríes, yo río; si bostezas, bostezo; me pongo triste o me enfado, si te enfadas...

El caso es que, ahora, estoy preguntándome si también los objetos tendrán algo de esa invisible magia que nos saca la sonrisa o la pena porque a mí, desde chiquita, una bicicleta, casi siempre y por muchos motivos, le puso a mi sonrisa, y le sigue poniendo, alas.
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miércoles, 14 de abril de 2010

Cabeza arriba, cabeza abajo.

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Fotografía propiedad de César Pinedo, arquitecto de profesión,
fotógrafo por decisión
y gran amante de la naturaleza.
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Desperté esta mañana con una gran algarabía de pájaros frente a la ventana, nada extraño en primavera. Al levantar la persiana pude ver que las causantes del alboroto eran urracas, tampoco nada raro, en un jardín de ciudad es muy común esta especie de pájaros. Lo que realmente me llamó la atención fue que dos de ellas, a la vez que se daban los piquitos, parecían inmersas en una interesante conversación mientras una tercera observaba.
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- ¡Hola! ¡Cómo te llamas?
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-Yo me llamo Urraco. ¿Y tú?
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-Yo me llamo Urraca. Oye, ¿no estás algo incómodo cabeza abajo?
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-¿Estoy cabeza abajo? Ni cuenta me daba.
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Lo que resultaba cómico era la expresión de sorpresa de la urraca "invitada". Hasta que comenzaron los requiebros había participado en los juegos con sus compañeros, después estuvo observándolos durante un buen rato y por fin, mirando hacia otro lado, meditaba. Creí que lo hacía sobre una frase de Jostein Gaarder: "Cuando dos personas se encuentran y una de ellas está cabeza abajo, no es fácil saber cuál de las dos está colocada correctamente". Sin embargo, la urraca no volvió a molestar a sus amigos por lo que adiviné que pensaba que cualquiera de las dos posiciones era acertada.
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Para poder escucharlos mejor había abierto sigilosamente la ventana pero, en algún momento, se me escapó una carcajada, sintieron vergüenza y emprendieron el vuelo hacia algún lugar más íntimo. Yo me quedé mirando un árbol sin pájaros y prometiendo, para poder captar imágenes como ésta, regalarme una cámara. ¿No es verdad que cualquier ser vivo se asemeja mucho a la especie humana?
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—¿Qué es el canto de los pájaros, Adán?
—Son los pájaros mismos que se hacen aire.
Cantar es derramarse en gotas de aire, en hilos de aire, temblar.
—Entonces los pájaros están maduros y se les cae la garganta en hojas, y sus hojas son suaves, penetrantes, a veces rápidas. ¿Por qué?, ¿Por qué no estoy madura yo?
—Cuando estés madura te vas a desprender de ti misma, y lo que seas de fruta se alegrará, y lo que seas de rama quedará temblando. Entonces lo sabrás. El sol no te ha penetrado como al día, estás amaneciendo.
—Yo quiero cantar. Tengo un aire apretado, un aire de pájaro y de mí. Yo voy a cantar.
—Tú estás cantando siempre sin darte cuenta. Eres igual que el agua. Tampoco las piedras se dan cuenta, y su cal silenciosa se reúne y canta silenciosamente
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De: Adán y Eva (VII) Jaime Sabines



viernes, 9 de abril de 2010

¿Qué será que tiene abril?



"Enredadera" Hokusai Katsushika


Mucho más allá de mi ventana
las nubes de la mañana son un flor
que le ha nacido a un tren.
Un reloj se transforma en cangrejo
y la capa de un viejo da con una
tempestad de comején.
*
Mucho más allá de mi ventana
algodones jugaban a ser un jardín
en espera de abril.
Luego entro los ojos,
chorreando esa luz de infinito,
y es cuando necesito
un perro, un bastón, una mano, una fe.
*
Y tú pasas tocando
el frío con suave silencio
y, ciego, te sentencio
a que nombres todo lo que ahora no sé.
*
Mucho más allá de mi ventana
las nubes de la mañana son una flor
que le ha nacido a un tren.
Un reloj, se transforma en cangrejo
y la capa de un viejo da con una
tempestad de comején.
*
Mucho más allá de mi ventana
algodones jugaban a ser un jardín
en espera de abril.
Mucho más allá de mi ventana
mi esperanza jugaba a una flor,
a un jardín, como esperando abril...

Silvio Rodríguez. "Como esperando abril" Días y flores

Eres de Ismael Serrano, bello jardín de Fito Páez, Silvio te estaba esperando...
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Aunque el poema de Silvio es muy evocativo, son cientos las canciones, de amores o desamores, que te citan en sus versos. ¡Qué derroche de canciones! De que callada manera nos derramaste en la camisa todas tus flores. Acuérdate de abril. Era en abril. ¿Quién me ha robado el mes de abril? ¡Devuélveme el mes de abril! Así se siente abril. Te quiero pero te olvidaste abril en el ropero y, ahora, que es quince de abril dices que me echas de menos... que no se acabe nunca esta noche y esta luna de abril, veinte de abril del 90...
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¿Qué será lo que tiene este mes para que, de siempre, haya sido tan celebrado por la música? Aunque quizá la incógnita nos la resuelva Carlos Cano: Abril para vivir, abril para soñar, abril la primavera floreció...
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jueves, 25 de marzo de 2010

De transgresiones y regresiones primaverales.

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El jardín de las delicias. El Bosco

El Jardín De Tus Delicias de Ana Rossetti

Flores, pedazos de tu cuerpo;

me reclamo su savia.

Aprieto entre mis labios

la lacerante verga del gladiolo.

Cosería limones a tu torso,

sus durísimas puntas en mis dedos

como altos pezones de muchacha.

Ya conoce mi lengua las más suaves estrías de tu oreja

y es una caracola.

Ella sabe a tu leche adolescente,

y huele a tus muslos.

En mis muslos contengo los pétalos mojados

de las flores.

Son flores pedazos de tu cuerpo.


“Los devaneos de Erato” 1981

Ser pirata es la faceta menos conocida de las mujeres. Anne Bonny, Mary Read, Grace O´Malley, Ching Shih (la reina de los piratas chinos)...valientes, rebeldes, peligrosas. Se cuenta que demostraron más valor que muchos de los piratas masculinos y fueron, tal vez, las pioneras de una lucha sin cuartel en desafiar el orden establecido para conquistar su propio lugar en un mundo de hombres.

Pero el hábito no hace al monje, ni a la monja (supongo), no es necesario ir vestida de pirata para serlo como bien han sabido demostrar cientos de mujeres en la Historia. Tómese como ejemplo a Ana Rossetti, poetisa transgresora de la norma, autora de poemas llenos de referentes eróticos y, por tanto, prohibidos en nuestra pacata educación. Sin embargo en los círculos educativos la conocemos por sus baúles llenos de lápices, de momias, de lluvia, de piratas... y por sus aventuras de Viela Calamares, cuentos para niños que son un buen referente educativo para la convivencia y en contra del sexismo.

Así de naturales deben ser las cosas, señora ministra Aído. Ud. abrió la caja de los vientos con el "feminismo", esa nueva asignatura en las Universidades. Después, cada círculo político arrimó el ascua a su sardina hasta que su colega del Ministerio de Justicia apuntó que no se trataba de una nueva asignatura, si no de dar un paso más para que el "feminismo" y las políticas de género estén presentes en todos los niveles educativos. Esto no es ninguna novedad, supongo. A mi modo de ver, la tarea que deben asumir los gobernantes debe ser, justamente, la de no permitir que la desigualdad sea un hecho, y lo sigue siendo. ¡Háganlo realidad!

Por otro lado, entendiendo feminismo como antónimo de machismo, quisiera dar mi opinión. Somos muchas las mujeres a las que no nos gusta la palabra "feminismo" porque nuestra lucha no es una batalla encarnizada contra el bando contrario. No nos molesta demasiado el lenguaje machista como para tener que emplear términos, como "miembros y miembras", que pueden sonar ridículos, preferimos que el machismo no se haga efectivo sintiéndonos personas. Y estamos por una lucha igualitaria sin diferencias porque somos transgresoras de la norma y lo hacemos patente, a diario, en nuestra labor educativa. Así de sencillo, señora Ministra, nos consta que, aún, seguimos siendo piratas y no queremos caer en ninguna regresión.

lunes, 22 de marzo de 2010

Fueguito

"
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."

El mundo. El libro de los abrazos. Eduardo Galeano

A pesar de haber optado por instalar una chimenea de marca francesa en forma de pirámide, libre de malos humos, que permite apreciar el calor desde cualquier ángulo del invernadero ha sido un invierno frío.

Aunque ya parece que quiere despuntar la primavera, el fuego sigue encendido y me sigo preguntando:

¿De qué clase será el mío que dio tan poco calor y alumbró tan poquito?

¿Igual la leña estaba verde?

¿Tal vez mala conducción de gases y peor tiro?

¿O bien era un fuego bobo en lugar equivocado?

Porque supongo, supongo que, sean como sean, los fuegos no alumbran de la misma forma en cualquier sitio. Sí, puede que fuera eso, que demos calor, o no, depende mucho de quien quiera calentarse en nuestro fueguito.

viernes, 19 de marzo de 2010

El vals del soldadito


Abstracción, rosa blanca. Georgia O´Keeffe


Algo pequeñito,
algo chiquitito:
una rosa blanca,
una caricia, un beso dulce y un perdón.

Algo pequeñito,
algo chiquito,
un gesto tierno,
una mirada, un abrazo, una flor.

Algo pequeñito,
algo chiquitito:
un simple te quiero
con dulzura, con cariño y con pasión.

Algo pequeñito, ou ou ooo...
Algo chiquitito, ou ou ooo...

En tus manos tienes la ocasión
hoy decides si quererme
o romperme el corazón.

Algo pequeñito,
algo muy bonito:
tu pelo al viento
que se enreda entre mis manos al calor.

Has sabido comprender
que las pequeñas cosas
son las que hacen esto arder.

Ahora trata de cambiar,
el resto de las cosas ya se arreglaran.

Algo pequeñito, ou ou ooo...
Algo chiquitito, ou ou ooo...

Es parte del tema que presentará Daniel Diges en Eurovisión. Detractora como soy de ese festival anacrónico, que no le hace gran favor a la música, no debería formar parte del blog pero, por casualidad, la escuché y confieso que me emocionó. Su letra, aunque simplona, es toda una filosofía de vida con la que comulgo y la puesta en escena de "El Soldadito de plomo" de Andersen me recordó todos los cuentos. Pasaron por mi imaginación el soldadito, la bailarina, Alicia, Amélie, Eduardo Manostijera y un sinfín de personajes que me hubiera gustado representar, en todo momento, aunque me haya olvidado, a menudo, de hacerlo.
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¿Cuánto ganaríamos en la moneda de la felicidad si aprendiéramos, de una vez por todas, a interpretar, como los mejores actores, guiones como el de la canción?

Claqueta y acción: Comienzo por darle las gracias y un abrazo a quien, queriendo o no, me llevó hasta ella. Sí, tengo que empezar por recordar que, desde hace bastante tiempo, hasta las cosas más nimias se me hacen gigantes y se me estaba olvidando lo que significa para mí lo pequeño.
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domingo, 7 de marzo de 2010

Mi zurdo invierno

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El hombre de Vitruvio. Leonardo Da Vinci

Cuando aún no existían ni zurdos ni diestros, cuenta la leyenda que los antiguos guerreros portaban, para protegerse, un escudo en la mano derecha y, para defenderse, una lanza en la izquierda. Si dos jefes de distintas tribus negociaban, arrojaban el escudo al suelo saludándose con la mano derecha pero seguían empuñando la lanza que sostenían con la izquierda. Puede que fuera ésta la razón de la relación de izquierdo con siniestro. Más tarde , y no porque dejáramos de usar el escudo y la lanza, más bien porque la forma de escudarnos y de agredirnos cambió con el tiempo : "Haz las cosas al derechas", se nos recomendó. De todos es bien sabido que durante años, y aún hoy, lo izquierdo es sinónimo de mal agüero: malo, si vuela una bandada de pájaros hacia la izquierda; malo, si te levantas con el pie izquierdo... incluso fue considerado sinónimo de locura y de brujería y, en Japón, motivo suficiente de divorcio.

El caso es que yo, haciendo el Carnaval, más que otras veces, resbalé con la gravilla y caí al suelo plantando la mano derecha de tal forma que se me rompió el radio muy cerca de la muñeca. Como de todo lo malo se debe sacar algo bueno, sabiendo que el hemisferio derecho del cerebro se ocupa del arte, de las sensaciones y de los sentimientos y rige la parte izquierda del cuerpo; me animé y pensé: "tiene que dar muchos frutos escribir con la izquierda, por unas semanas voy a tener la oportunidad de ser casi un genio".

Dicen que los zurdos son mucho más sensibles y creativos que los diestros, de hecho han existido muchas personas zurdas que han sido genios. Da Vinci, por ejemplo, lo fue y, aunque a su "Hombre de Vitruvio" se le diera más importancia por el estudio anatómico y de proporcionabilidad del ser humano, no hay que dejar de lado la escritura especular, que se puede observar en el mismo dibujo, ya que él se las ingenió para escribir de derecha a izquierda del papel y de final a principio del bloc o cuaderno.

Pero yo no he sido ni lista ni genio y absolutamente todos los obstáculos con los que se encuentra un zurdo, incluyendo los que por costumbre tiene asumidos, los hice míos. Por si fuera poco, durante este tiempo, se pusieron en mi contra los cuatro elementos y, por no soltar la lanza del brazo sano, no pude, o no supe, sacar provecho de la ocasión que el azar me brindaba para ser más creativa y más visual que en mi mundo habitualmente diestro, ni disfruté del pensamiento holístico que tienen los zurdos, en ningún momento. Oportunidad perdida.

O, eso creo.


domingo, 7 de febrero de 2010

Entrada aleatoria

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Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.

No quiero decir, por hombre,/ las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento/me hace ser muy comedido.


Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

(Antes de nada, quisiera expresar mi agradecimiento al autor de los dibujos: Nicholas Gurewitch. Más información en los comentarios)

Tocaba hoy García Lorca y se adelantó el Carnaval, aunque no demasiado porque en nuestras Islas ya están sonando fanfarrias y desfiles. Un amigo del blog me comentó hace poco que en este Carnaval iba a triunfar el rosa y la dama del dibujo "vestida" de rosa está.

Además, habiendo encontrado aleatoriamente las ilustraciones, he caído en la cuenta de que, este año, el día grande de Carnaval coincide con el día grande del Amor, por tanto y en su honor, también he podido publicar unos versos de García Lorca dedicados al amor carnal.

Quizás, la entrada no resulte tan aleatoria. A veces, nos da por celebrar las dos fiestas cuando ya no quedan islas para poder naufragar .

Como cada año yo no celebraré la segunda, siempre pensé que es una de las fiestas que se debe celebrar a diario, pero la primera no me la quita nadie. Iré de Sandy, ja,jjaaa con todos mis "mostruítos" detrás.

FELIZ SAN VALENTÍN, FELIZ CARNAVAL!!

jueves, 4 de febrero de 2010

Personaje de historieta



EL MAGO FAFÁ, de Alberto Bróccoli

"Un antihéroe perdedor y desafortunado, celoso del Mago Mandrake, que parodia a otros héroes de la historieta. Generalmente las cosas no le salen bien, y está en la búsqueda de algún voluntario para “la prueba del serrucho”. Produce sus efectos mágicos exclamando "¡Jitanjáfora!", aunque casi todo lo convierte en un zapallo".

Así comenzó Febrero, con el humor de un mago que me recuerda mucho al "Sombrerero loco" de Alicia.

Ni gritando: "¡Jitanjáfora!", ni diciendo: "Ábrete sésamo" consigue hacerse amigo de la suerte pero no cesa en su empeño y encuentra siempre recursos para seguir intentándolo.