martes, 22 de febrero de 2011
"Palabra sobre palabra"
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto,y limpio porque tú me miras
con buenos ojos, con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa.Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Un precioso poema de Ángel González escrito en "Palabra sobre palabra" para haceros saber que Irina, cansada de realidades que la enervan, vuelve a refugiarse bajo el ala de los cuentos donde intenta inventarse ella misma, sin ayuda de la poesía, vomitando historias fantásticas que, ¿por qué no?, por lo que puedan tener de viscerales, podrían ser más reales.
Allí os espero, a la una, a las dos, o a las tres en punto.
sábado, 12 de febrero de 2011
De recuerdos y olvidos
En nuestros tiempos, no son muchas las personas de buena memoria. Salvo, desde luego, en el barrio de Flores. Todos sabemos las cosas que se cuentan sobre el barrio del Ángel Gris.Y, aunque conviene desconfiar de cualquier testimonio al respecto, es casi un hecho que los Hombres Sensibles hacen alarde de recordarlo todo y suelen ejercitarse en lances tan complicados como la tabla del 113. Ésto puede sorprender a quienes han oído que los Hombres Sensibles de Flores huyen de las precisiones científicas como de la peste y son más bien proclives a la improvisación. Pero también ocurre que estos espíritus atorrantes odian la muerte y sospechan que lo que se olvida, se muere. Por eso no es raro encontrar en los atardeceres de la calle Artigas a los muchachos sombríos memorizando versos murgueros , recordando la formación de Boca en 1955 o repitiendo en voz baja la lista de asistencia del colegio secundario. Están rescatando cosas de la muerte. A su manera, son salvadores.
Entre tantos enemigos como tienen los Hombres Sensibles, se hallan los Amigos del Olvido, organización con sede en Caballito, que propugna la abolición del recuerdo, según dicen porque duele. "Todo recuerdo es triste" declaran estos caballeros. Lo peor de estos impíos es su aire de inocencia, hijo del olvido de sus culpas. Sus semblantes sonrientes despiertan la simpatía de todos y cada día, docenas de socios nuevos se inscriben en la sede de la calle Rojas. El grupo se organiza en subcomisiones que se encargan a su turno de olvidar ciertas porciones del universo. Así, existe la Comisión del Olvido Permanente de Marcos Ciani, destinada a borrar las huellas del veterano piloto de Venado Tuerto. En sus reuniones la subcomisión delibera sobre toda clase de asuntos, con la excepción de aquellos que se vinculen de algún modo con Marcos Ciani. Una rama radicalizada de los Amigos del Olvido declara que los recuerdos no solo son tristes sino también falsos. "Jamas recuerda uno las cosas tal cual fueron", declaman. De modo que para esa gente, los recuerdos son especies de sueños y los sueños no merecen sino el desprecio. Mientras tanto, los Hombres sensibles tienen decidido que solo los sueños y los recuerdos son verdaderos, ante la falsedad engañosa de lo que llamamos el presente y la realidad...
No hace falta decir que los Amigos del Olvido son mas numerosos que los Hombres Sensibles o- al menos- presumen de ello. Mas justo sería aclarar que muchas personas son Hombres Sensibles sin siquiera sospecharlo. Vale la pena admitir en este punto que hay quienes se acercan a los Amigos del Olvido, no por simpatía filosófica, sino animados por propósitos tan mezquinos como el deseo de olvidarse de una señorita inconstante. Tales infiltrados son descubiertos casi siempre por los miembros de alguna comisión, quienes poseen un olfato especial para distinguirlos. Las sanciones son, en general, muy severas. Pero rara vez se cumplen, precisamente porque los encargados de ejecutarlas se olvidan de hacerlo. Los Amigos del Olvido aman el futuro. Pasan largas veladas contando hazañas que aún no han cumplido y jactándose de los amores que tendrán alguna vez. Sostienen -además- que siempre es mejor lo que ha ocurrido después. Constituye una experiencia interesante proponer a la elección de un amigo del Olvido dos objetos cualesquiera, siempre eligirán lo que se menciona en ultimo termino. - ¿Quiere usted un helado de crema o de chocolate? - De chocolate. -¿Lo prefiere usted de chocolate o de crema? - De crema. De este criterio surge un insoportable optimismo y espíritu progresista. Cualquier novedad es acogida en la sede de la calle Rojas con aplausos y vítores.
Los Hombres Sensibles - como todo el mundo sabe- odian el futuro, porque han descubierto que en el futuro esta la muerte.
El enfrentamiento entre ambos grupos ha llegado muchas veces a una módica violencia. Pero las ofensas no dejan rastros En unos, porque olvidan,. En los otros, porque perdonan. Según los Amigos del Olvido, la existencia de medios idóneos para almacenar el conocimiento torna inútil todo esfuerzo mental al respecto. Poco sentido tiene - arguyen- memorizar la historia de los fenicios, cuando hay libros que la atesoran cabalmente. Al oír esto, los Hombres sensibles se enfurecen: - Eh...los libros solo son recipientes que contienen lo que luego han de beber los hombres... Pero a estas alturas, los Amigos del Olvido ya están en otra cosa.
Muchos Hombres Sensibles temen a las computadoras, a las calculadoras electrónicas y al Cerebro Mágico. Sostienen que el uso de estos aparatos embota el ingenio y atrofia el intelecto. Por eso es que, con toda frecuencia, una melancólica patota recorre el barrio del Ángel Gris, destruyendo las maquinas de pensar que suelen cundir en oficinas, para no mencionar las cajas registradoras de los bares, los fixtures de Glostora, las balanzas y los relojes automáticos. (A la hora de destruir, los Hombres Sensibles se enardecen y no se andan con sutilezas)
En su larga lucha contra el recuerdo y la memoria, los Amigos del Olvido han desarrollado interesantes estrategias. Pero, sin ninguna duda, su más importante hallazgo fue el Licor del Olvido, un cordial de existencia incierta que -según parece- tiene la virtud de abolir el pasado en quien lo toma. En épocas lejanas, los hombres de la calle Rojas se limitaban a beber ellos mismos su licor, emborrachándose locamente de esperanzas sin presagios. Pero luego empezaron a mezclar el licor en la ginebra de los Hombres Sensibles para inducirlos a olvidar.
Pero lo peor ocurrió cuando los Hombres Sensibles alcanzaron a destilar el Vino del Recuerdo, cuyos efectos son -como ya se sospechara- opuestos a los del licor. También los muchachos del Ángel Gris recorrieron el mismo camino : bebieron solos primero y trataron después de usurpar las copas de los que nada recuerdan. Y eso fue terrible. Porque si el Licor del Olvido y el Vino del Recuerdo son de por si peligrosos, la mezcla es verdaderamente mortal. El autor de esta crónica cree haber probado -sin sospecharlo- ese espantoso cóctel. Sus efectos se traducen en oscuras añoranzas de lo que vendrá, en olvidos de lo que nunca fue y en un sabor amargo y dulce que hace llorar....
Estos tristes episodios propenden -sin embargo- al florecimiento de las artes en Flores, pues los Hombres Sensibles suelen componer sus mejores versos, elaborar sus canciones mas sentidas y tallar sus mas hermosos anillos cuando sufren. Poco cuesta imaginar cuál será el fin de esta lucha entre olvido y memoria. Los Hombres Sensibles de Flores están derrotados. De nada les valdrá oponerse a la muerte, porque la muerte llegará de todos modos. De nada les servirá su pasión por la memoria, pues toda memoria es perecedera. Y -en definitiva - el tiempo es el mejor aliado de los Amigos del Olvido. Pero es obligación de todos nosotros hacer un poco de fuerza por los muchachos de Flores, para que su derrota sea más honrosa. Recordemos todo el tiempo. No olvidemos nada. Ni el color de nuestras corbatas perdidas, ni el olor a tiza y sudor del colegio, ni el calor del asfalto sobre los pies descalzos, ni el gusto a jazmín de los besos en la noche, ni el aroma de la untura blanca. Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo. Y pensemos que después de todo, aunque la victoria final sea de los Amigos del Olvido, será un triunfo sin festejo. Nadie lo recordará jamás.
Texto casi íntegro de: "El recuerdo y el olvido en el barrio de Flores" Alejandro Dolina
Sin entrar en comentarios sobre lo que el escrito pueda significar para su autor, prioritariamente en su parte final, hoy ha sido mi oración de la mañana. Siento que es preciso ser creyente de recuerdos, aunque sin vivir de ellos, y los derroteros del mundo actual nos guían, cada vez más y más, hacia el individualismo del olvido. Sí, incluso a nosotros mismos nos olvidan en cualquier momento, no somos nada de lo que fuimos, prolifera el dicho "si te he visto no me acuerdo" y nos convertimos en seres molestos recordando a otros que sólo lo que no se olvida vive eternamente. Puede que sea cierto que los recuerdos son solamente sueños pero las realidades que se nos ofrecen son tan duras que, para no abandonar, progresar y aprender más cada día, los necesitamos como asidero.
¿O tal vez somos alguien sin el jugar a vivir del niño que fuimos, sin la abuela que tuvimos, sin la mesa en que comimos, sin los padres, sin los compañeros del colegio, sin los amigos que, aunque estén lejos siguen cerca, sin las canciones que cantamos, sin nuestros miedos y sueños...? Renovarse o morir está bien pero mucho mejor renovarse recordando experiencias y luego: "Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo".
sábado, 5 de febrero de 2011
Armonizando espacios
La vida es desierto y también es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia... Pero no dejes nunca de soñar, porque sólo a través de sus sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes... No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante... Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte... No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas...
Walt Whitman
Feng Shui (viento y agua) es una pseudociencia que se basa en que todo lo que nos rodea tiene también energía y hay que saber armonizarla. Es una disciplina de estética china que reúne las leyes del Cielo con las de la Tierra utilizando colores, números, animales y los cinco elementos para crear equilibrio en los espacios y, puesto que los habitamos,en uno mismo. La idea de que Ying y Yang se complementan y no deben oponerse es fundamental. Por otro lado, la filosofía del Carpe Diem, tema recurrente en la Literatura desde Horacio" Carpe diem quam minimun credula postero", tampoco es manca.
Había que entrar en acción como si no existiera un mañana. Necesitaba recargar de buena energía pilas gastadas por el paso del tiempo y es lo que he venido haciendo durante toda la semana. Conseguir buen o mal resultado, ¿qué importa? Hay cosas que si se trabajan en solitario no dan ningún resultado, de aquellos que nos rodean depende la otra mitad. Si después de crear buen ambiente montando todas y cada una de las piezas del cuadro, para decorar un espacio propio, no se entra en armonía con él, satisface, al menos, el saber que se ha sido coherente y se ha puesto en práctica la parte que a uno le corresponde, sin traicionase y sin remar en contra.