domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Te acuerdas?

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"Lady with fan" Klimt

Desde hace tiempo estoy hilvanando una carta, la coso y la descoso, no encuentro los hilos apropiados para que resulte un "trabajo" realmente bonito, ni encuentro las palabras que me ayuden a recomponer el puzzle que, de un manotazo, quedó descompuesto con cada una de las piezas rodando por el suelo; escondidas, cada cual, por su sitio. Puede que sea fácil inventar historias, pero no lo es tanto remendar las de uno mismo. Por eso, esto no es más que una especie de monólogo interior que puede que me sirva para montar el puzzle de nuevo. Las piezas, aunque dudo que estén todas, ya las he recogido.

La vida y los días pasan, por nosotros, como lo hace el tiempo: nubosidad variable, lluvias, buenos y malos vientos, tormentas, solecito. Lo malo, de quienes creemos darnos por entero, es que exigimos de los demás lo mismo sin pararnos a pensar que cada uno tiene su forma de darse. Lo mejor llega el día en que le podemos decir a alguien: ¿Te acuerdas?, y nos consta que se acuerda y nos echaba de menos. Entonces ya nada importa, ni siquiera el hecho de que haberle recobrado pueda ser un espejismo.

Recobrar siempre ha sido más excitante que cobrar, aunque también más propenso a espejismos. Y por cierto, ahora que escribo esto, me pregunto si no será igualmente un espejismo imaginar que te he recobrado a ti. De todas formas, bendito espejismo. Carmen Martín Gaite. "Nubosidad variable".



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