jueves, 17 de diciembre de 2009

"El concierto Lagarto"


Tracklist del concierto. Gentileza de Davinci
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Nos llegó cantado. Había tantas señales que no cabía duda alguna de que algo tremendamente bueno estaba pasando. La canción "Anoche" en Vips, la camiseta lagartera que vestía un forero al encontrarse con otro cruzando un semáforo, música de Lagarto en una gasolinera por la mañana temprano, y sobre todo, unos cuantos mareando la perdiz desde hace ya... ¿mil años? Por si esto fuera poco, aquellos carteles que nos salieron al paso, en la sala Caracol, anunciándolo. Posiblemente fue allí cuando cualquier resquicio de duda tuvo que salir huyendo por la calle abajo.

También, por supuesto, llegó el día anunciado y yo con estos pelos, nervios, prisas, se hace tarde, carreras, reloj en mano. El tique del bono-metro atrapado en uno de los torniquetes de entrada (o lo recupero de inmediato, o salto). Un ole por el taquillero que, en tan solo diez minutos, consiguió liberarlo y cambiarlo por otro porque se había desactivado. Escaleras arriba, tren con destino a un "déjà vu" efectuando entrada en estación. ¿El viaje? Como todos, supongo: parada en estaciones, apertura de puertas, viajeros saliendo y entrando... Final de trayecto, la calle, la sala, ¡al fin llego! saludos, energía positiva, entramos. Nuevamente saludos ¡a ver quien gana la porra! ¿qué apostamos? la hora de comienzo ¿nueve y cuarto? ¡nueve y media! ¿diez? ¿diez menos cuarto? Atentos que están saliendo...

Comienza el concierto por todo lo alto. Penumbra, presentador "showman" bajo foco, enfundado en traje negro y blanco, anuncia el evento. Espectación, silencio en la sala... y la luz se hizo:

Una banda con vestimenta tipo gangster y mirada escondida tras gafas de sol, sin dar tiempo al contraataque, llena, con su fuerza arrolladora, el escenario disparando directamente al corazón y robando el sentido a cuantos allí estábamos. ¡Brutal! ¡Increíble! ¡Merveilleux! ¡Chapeau! Porque no se puede definir mejor, tengo que copiar y pegar algo ya leído: Rescatando temas de sus antiguas maquetas "se reinventaron". Mareando la perdiz (ooohh, ay,ay,ay, ay, ja,ja,jjaa), Laismi en difor (¡Josele!), Se hizo tarde (¿a alguien le encanta?), Babia (bieeennnnn, la has conseguido!), Mañana me voy (con no sé qué nueva entrada que no entendimos), Pueblo rico... Todas las canciones enormes (no mires la hora, está aquí Jorge y aún no ha salido) y grandioso el obsequio de los dos bises de tres temas cada uno. ¡Magnífico!

Sentimiento, emoción, admiración y risas hasta el final. Si un "déjà vu" paramnésico es algo que, previamente, se cree haber visto o aquello que uno cree haber experimentado con anterioridad en una situación nueva, les doy la enhorabuena porque lo han conseguido. Y puede que lo fuera porque nos sabíamos las letras y conocíamos la música pero puedo asegurar que fue mucho mejor y distinto, y eso que lo experimentado ya era bueno. Por tanto, muchas gracias porque, además de emocionarnos y pasarlo en grande, nos llevamos de allí dos regalitos: un nuevo ya vivido y un nuevo ya sentido.

Fotografía del concierto. Gentileza de Josele



2 comentarios:

Oli dijo...

Y que todos somos buenoooos... los domingos por la tarde.

Qué gran crónica. El concierto del sábado me hizo confirmar que Lagarto Amarillo son los mejores.


OLI I7O

Irina. dijo...

QUÉ GRANDES!! En ese concierto se han puesto muy alto el listón pero lo superarán, lo sé, lo sé ;)

...y al final todo lo veemos
del color de los cristales...