jueves, 3 de diciembre de 2009

La pieza que le sobraba al puzzle


"El puente roto". Dalí

Ayer pasó el pasado lentamente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente.

Ayer pasó el pasado por el puente
y se llevó tu libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente.

Ayer pasó el pasado con su historia
y su deshilachada incertidumbre
con su huella de espanto y de reproche
fue haciendo del dolor una costumbre
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche
.

( Mario Benedetti)


Puede que el cerebro guarde sólo lo positivo pero igual en la caché de su tarjeta de memoria guarda, del mismo modo, lo que creíamos que ya estaba borrado. Puede que nos esté engañando constantemente con triquiñuelas. Puede que el ayer haya sido totalmente soñado, que el hoy se haga polvo a la velocidad incierta que pasan los segundos y que el mañana tan sólo sea un espejismo. Pude haber sido yo quien tejió la madeja, pero que tenga que seguir siendo el dolor una costumbre... no, por ese puente no paso, me aparto de ese camino.

Tuve hoy un mal encuentro, absurdo y surrealista: apareció la pieza que le sobraba al puzzle. ¿Lo pasado, pasado y cortina de humo? No, por ese puente ni en sueños paso. Hay historias que no deben repetirse ni siquiera en parajes distintos. Perdonar y olvidar poco cuesta. ¿Tener que seguir recordando momentos dolorosos e injustos? No, ese puente se niega a cruzarlo la memoria de mi olvido.



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