Son los seis colores de la enseña gay, y lo que significan. Gilbert Baker, artista que no registró el copyright, diseñó la bandera en 1978 , aunque la primera tenía ocho franjas, inspirándose en el movimiento hippie y en otros grupos que "luchaban" a favor de los derechos de la población negra. El origen de la celebración del día del orgullo se remonta a junio de 1969 en Nueva York, tras una revuelta que duró varios días. Poco se parecían aquellas reivindicaciones de derechos a los folklores multitudinarios que se montan ahora cada año, de los que muchos detractores se valen para dejar vacía de significado la fiesta.
No tengo nada en contra de ella pero opino que mientras tengan que seguir celebrándose días como el del orgullo gay o el de la mujer trabajadora, por poner otro ejemplo no menos ilustrativo, las cosas no van todo lo bien que pudieran. Tantos años han pasado y aún hay quienes no quieren darse cuenta de que haber nacido homosexual o heterosexual, hombre o mujer es lo mismo que haberlo hecho rubio o moreno por razón genética. Tantos años de ciencia para seguir en las cavernas. El caso es que no soy la única que así opina, el año pasado por estas fechas me encontré con una pareja de homosexuales y les hice una pregunta poco inteligente: ¿Cómo es que no estáis en la celebración del orgullo? Porque nosotros lo celebramos cada día -fue su respuesta.
Desde siempre, a los científicos no sé si les preocupan, aunque sí les ocupan, las razones de una u otra tendencia sexual. Este año investigadores del instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) las han encontrado en el cerebro y, por lo visto, es cuestión de simetría: en los varones homosexuales, lo mismo que en las mujeres heterosexuales, es más simétrico y en los heterosexuales, lo mismo que en las mujeres homosexuales, menos simétrico. Todo ello por culpa del hemisferio izquierdo. Espero que no les dé por cambiárselo a nadie.
Por el contrario, la movida de esta noche con la Eurocopa, que tendrá preocupados a millones de individuos ante la "caja tonta", ocupa menos. Tal vez porque no sea cuestión de cerebros y sí de pelotas.
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