- Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.
- Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa.
- Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.
- No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.
- No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que haya pedido su consentimiento.
- No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa.
- No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.
- No ha de hacer ruidos ni bufidos ni se permitirá dar codazos.
- No ha de poner el dedo en la nariz ni en la oreja mientras está conversando.
- No ha de conspirar en la mesa (a menos que lo haga con mi señor).
- Tampoco ha de prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa.
Además, para evitar que nadie se viera tentado a limpiarse en las vestiduras de su vecino, inventó las servilletas y, como no, para mantenerlas limpias y que secaran pronto diseñó la secadora de servilletas.
El caso es que hoy ha caído en mis manos una de sus recetas de cocina. Sí, sí, también escribió recetas:
PUDIN DE MOSQUITO BLANCO
Trocead almendras bien peladas con una pizca de flores de saúco y pasadlas por el colador.Calentadlas lentamente sobre el fuego durante media hora, añadid miel, una pechuga de capón hervido y machacadlo todo. Rociadlo con agua de rosas y servidlo inmediatamente.Este plato precisa de larga digestión y no es bueno para las personas que sufren de cólico o gripe. Pero es bueno para los que tienen la peste. Y aquellos que me pregunten por qué es así llamado (el plato), no podré darles razón (no podré explicarlo).
Y, entrándome la curiosidad por resolver el enigma del título, he recordado esta leyenda:
Cuentan que en la Alhambra vivió una princesa que había nacido muy lejos de Granada, en León, donde mucho nieva. Y, cuentan, que aunque era feliz, añoraba la nieve de su tierra. Su esposo, el Sultán, sentía pena por ella y se preguntaba cómo podría él poner remedio a su mal.
Un día ordenó traer de países lejanos unas semillas que plantó en todo el reino. De ellas crecieron árboles que nadie había visto antes y, por estas fechas, se llenaron de preciosas florecillas blancas. Los árboles eran almendros , nieve para la princesa.
Ya florecen los almendros, y aquí estás tú para verlo.
3 comentarios:
Dios, cada año florecen antes...
Me estoy acordando del jardín botánico de Brooklyn y el espectáculo de los cerezos en flor... Alguno te llevabas a tu jardín.
OLI I7O
Uy,uy,uuyyyyyyy,estaré atenta a la floración de los del Valle del Jerte, pues!!
Recuerdo que de chiquita me ponía las cerezas de pendientes, yo también..
Díle a guardagujas que asome por alguna parte,eh??
Besicos pa los dos!!
Soy el autor del cuadro "Almendros en flor" que has insertado en tu portal. Gracias por elegirlo. Saludos. M. Reche
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