miércoles, 25 de marzo de 2009

Entrando en una dimensión desconocida



Aquí se puede descargar la imagen a tamaño real pero no hace falta tener demasiada lucidez para sospechar que se trata de un conejo, ¿no?

Voté, voté e, incluso, intenté hacer trampas para que empezara por: "Su respuesta era la que quería oír, me condicionó el resto de mi vida, desde entonces, no dejo de equivocarme." No pudo ser porque, durante los días de la votación, sólo tuve acceso a un ordenador, sin embargo me ha encantado el comienzo real de 8 Bloggers, el mágico enlace de hoy, que me tendrá en vilo durante una temporadita (la segunda). Me estoy cuestionando si jugaría su baza el azar para que el protagonista del primer capítulo sea un taxista y su licencia, aunque, tal vez no se trate de ninguna coincidencia; hay quién me dice, a veces, que tenga cuidado con lo que pienso cuando me pongo delante de un ordenador porque estas malditas máquinas se enteran de todo.

El caso es que cuando me metí en este mundillo de la blogosfera sospeché que era, como una más entre muchos, porque me estaba buscando pero como, desde siempre, me han interesado más los para qués que los por qués, me he preguntado reiteradamente ¿para qué sigo aquí yo? y he estado a punto de cerrar muchísimas veces el blog. Sucede que, casi siempre, cada vez que lo decido, encuentro un motivo alegre para seguir en él... a punto estuve, la semana pasada, de matricularme en un cursillo en la casa encendida para aprender a mejorarlo. Pero ésta es parte de otra historia que debe ser contada más adelante, hoy no.

2 comentarios:

Oli dijo...

Ni se te ocurra cerrarlo, ¿eh? Prohibido. Lo digo en serio.

Bueno, se te permitiría si tienes otro proyecto distinto a este jardín.


OLI I7O

(palic)

Irina. dijo...

Arriba está la respuesta, en una canción como pensada para mí, je,jee..

Gracias Oli, buenos ojos con que tú me miras...

Lo de "otro proyecto" no sé, no sé..