miércoles, 7 de mayo de 2008

En el laberinto


“…sigo el odiado camino
de monótonas paredes
que es mi destino.
Rectas galerías
que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años.”

J. L. Borges

“...La historia milenaria de la imagen del laberinto revela que a lo largo de su larga vida el hombre se ha sentido fascinado por algo que de algún modo le habla de la condición humana o cósmica. Existen infinitas situaciones en las que es fácil entrar pero difícil salir, mientras que resulta complicado pensar en situaciones en las que sea difícil entrar pero sencillo salir. La única que tal vez podría encajar en este último esquema es la situación de las situaciones, la vida individual, con sus nueve largos meses de entrada y los dolores del parto, y en seguida la certeza (aunque sea inductiva) de la muerte. Y sin embargo es propio de la vida ese espacio intermedio (a lo mejor brevísimo) por el que erramos largamente, sin una clara noción del sitio al que vamos ni para qué, ni qué es lo que vamos a encontrar en el centro o en alguna de sus numerosas encrucijadas imprevisibles. Por lo demás a la vida, entendida en otro sentido, entramos con suma facilidad, más aún, se nos “arroja”.
Umberto Eco

Fantasía de un otoño
confundido en primavera.
Mi refugio, un laberinto;
mis alas pesan.
He cargado sobre ellas
todas las penas.
La añoranza me acompaña;
la esperanza, espera.
*
( Irina)

Existen infinidad de laberintos. Paolo Sartancangeli en su obra "El libro de los laberintos" los clasifica en doce apartados que admiten subdivisiones por lo que su número es infinito. De todos es sabida la atracción que ejercen, desde que el mundo es mundo, y no sólo como metáfora, sobre el hombre. Aunque los haya para perderse y para encontrarse, que permitan, o no, caminos alternativos; todos ellos están construídos por calles y encrucijadas para "confundirnos" . Se trata de recorrer los senderos que conducen desde el origen hasta la salida, o el centro, liberando los pasos prohibidos. La interpretación de su símbolo ha variado con el tiempo: han servido para atrapar espíritus malignos, danzas rituales, ritos de iniciación, para encontrarse con dioses, con el hombre, como juego, guía para "crecer" , búsqueda de información...

Sin embargo, no nos han sacado de la mentira universal: "La vida tiene un sentido que los adultos conocen" porque los adultos tampoco conocen el sentido de la vida.A pesar de que, con antelación, se hayan enviado miles y miles de emisarios para explorar el camino, cometemos los mismos errores, incluso mayores. Es posible que del laberinto tan sólo se consiga salir volando, aún así, habrá que tener precaución de no acercarse demasiado al sol porque nuestras alas siguen siendo de cera.

En el laberinto de la imagen, una carta de los vientos, se puede comprobar si todos los caminos llevan, o no, a Roma, como dice el proverbio. En este caso saliendo desde París, sólo hay que seguir los buenos vientos. Es propiedad de Philippe Fassier, un artista que dibuja laberintos. En su Web, hay muchísimos y muy bellos. ¡Disfrutadlos! http://www.fassier.fr/labyx/labys.php

2 comentarios:

Muerte por vida dijo...

De pequeña, me encantaban los laberintos. Recuerdo, sobre todo, en una de las feria de artesania en la que expuso mi madre, que había un laberinto para niños (Gigantesco para mí, en aquellos tiempos)...

¿Sabes? Creo, que si nos paramos a pensar (más de lo que ya se hace) se sacaría alguna que otra teoría mas. ¿Tú que opinas?

Te mando un pedazo de beso de brisita andaluza, que hoy el tiempo está aquí genial.

Irina. dijo...

Opino que muchas más, en realidad todo está lleno de laberintos, hasta el cerebro tiene forma de laberinto, aunque también te puedes encontrar con alguien de encefalograma plano, que haberlos haylos..

Por aquí llovió bastante, estamos contentos porque casi respiramos, veremos cuánto dura.

Un abrazo grande!!