"En el fondo uno ama al mundo a partir de la certeza de que este mundo, triste mundo convertido en campo de concentración, contiene otro mundo posible. O sea, que el horror está embarazado de maravilla. Si uno no tuviera esa certeza a prueba de balas, a prueba de desencantos y traiciones, ¿qué sería de nosotros? En el fondo el acto de vivir, a pesar de todo, es un acto sagrado de locura." Eduardo Galeano.
De vuelta en el número siete, por unos días, en medio de una "crisis económica" mundial (del tercio capitalista, los dos tercios restantes nunca salieron de ella pero siempre fueron una nimiedad incómoda para el otro tercio ) con cuyo nombre hubiéramos estado de acuerdo, los demás, si los que se dedican a engañarnos no hubieran entrado en debates de si existe o no y la hubieran denominado, directamente, PUTADA en grado superlativo o simplemente "ladrillazo" que bien podría definirse como: golpetazo en la nuca, con ladrillo lanzado a velocidad supersónica, que deja sin sueño, literal y metafóricamente hablando, a quienes, de una u otra forma, nos alcanza. Después de haber tenido constancia de precios que comienzan a ser desorbitados: un melón, por poner un ejemplo, nos cuesta 6 euros (mil, de las no tan antiguas, pesetas) empezamos a pensar que a pesar de saber que "el horror está embarazado de maravilla", aún queda mucho para el parto.
Y fue que nos durmieron con cuentos, para tenernos entretenidos e ilusionados en algo, y por algo, nos contaron aquel de Fannie y Freddie, los gigantes hipotecarios del sueño americano con la esperanza de que estos nombres nos sonaran a parejita de enamorados en lucha por el derecho de una vivienda digna, en propiedad y para "todos". Aquí en España el cuento llevaba por título el nombre de grandes Bancos y, hete aquí, que los gigantes, a pesar de que sus ganancias en el primer semestre del presente año fueran superiores a las del año pasado, le ven las orejas al lobo (personaje habitual en muchos cuentos) y para que, como todos los cuentos, termine en final feliz ponen en alerta a los gobiernos de los desórdenes mundiales para solucionarlo. Puede que todo termine con la financiación a los Bancos, empleando dineros de impuestos públicos para solventar intereses privados; esto a corto plazo pero... ¿qué pasará cuando se agoten los recursos de Estado?
- Te recuerdo, Irina, que estás de vacaciones. Decidiste venir con nosotros. ¿Quién te manda a ti leer esas cosas?
- No sé, tal vez, vacaciones sea un espejismo tan grande como otros que nos hacen creer. Aunque, es posible que tengan la culpa mis neuronas espejo que no están de vacaciones.
- ¿Neuronas espejo? ¡Déjaselas a los monos!
- Bueno, igual los Gigantes Autistas de los cuentos no las tienen pero he leído que no sólo los monos, también hay humanos con neuronas espejo.
- Ya, pero no son felices, sufren. Sólo se es feliz ignorando.
- Pues a mí no me gusta ignorar y prefiero creer que las tengo. A veces, cuando funcionan las neuronas espejo te ríes con los otros, no de los otros.
- Mejor nos lo cuentas a la vuelta...
-Vale, espero que a la vuelta no tenga que comprar melones porque hayan madurado los melones y sandías del huerto.
1 comentario:
Pues me gusta la teoría de los señores esos...
Recuerdo, que hace tiempo, tuve una conversación con un antiguo profesor mío... él, aseguraba que volveríamos al Medievo. Yo, apostaba mas por el fin del mundo... (tan catastrofista como siempre) si no, tiempo al tiempo.
En fin niña, te dejo un besazo para que te dure en lo que te queda de descanso. Pasatelo genial, encantada de verte por aquí otra vez :D
Vida.
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