viernes, 28 de noviembre de 2008

Las tardes que alcanzábamos el cielo


Yo conozco dos secretos que te guardas bajo llave, es que tuve dos maestros; señor libro y señor calle, el Cuentacuentos.

Miré alrededor como si fuera un naúfrago, me senté a descansar como si fuera un pájaro, encendí mi cigarro como si fuera el único, y así me sentí libre como si fuera verano, hablé conmigo mismo como si fuera un sueño, abracé a mi familia como si fuera el último, cerre fuerte mis ojos como si fuera un rey, y seguí mi camino como si fuera un vagabundo.

Me senté a descansar como si fuera un vagabundo, encendí mi cigarro como si fuera el último, y así me sentí libre como si fuera un sueño, hablé conmigo mismo como si fuera un náufrago, abracé a mi familia como si fuera el único, cerré fuerte mis ojos como si fuera un pájaro, y seguí mi camino como si fuera verano.

Sí, el Cuentacuentos.

Nach Scratch

Eran tardes de rayuela, de amarelinha, de castro y de truque. Sin más equipaje que dos piernas saltarinas, un tejo o un canto rodado viajábamos hasta el cielo y aún no lo sabíamos. Varios nombres para una misma rayuela dibujada de distintas formas. Cada rayuela era una búsqueda.

Igual que Horacio Oliveira se buscaba, en la sabiduría, en la Rayuela de Cortázar; unas veces en el "lado de allá" y, sin él saberlo, en la inocencia de La Maga; otras veces en "el lado de acá" y en Talita que se la recordaba; nos buscábamos nosotros entonces, también sin saberlo. Cuando, al fin, nos enteramos, fuimos conscientes de que la búsqueda jamás terminaría; o de que, tal vez, ya nos habríamos ido cuando finalizara. El cielo queda lejos, se hacen torpes las manos para tirar el tejo en la casilla acertada, se fatigan las piernas saltando a pata coja, las líneas cada vez están más desdibujadas. Sin embargo, hasta el final hay que seguir buscando, hay que intentar captar el momento de lo maravilloso.

Algo más escribiría pero me están llamando para que salga a jugar rayuela, han dibujado una muy grande en la plaza.

martes, 25 de noviembre de 2008

Porque no debe ser cosa un día...


Escucha niña, cuando te alaben llamándote bella,
o te humillen llamándote fea, no escuches a nadie.
Sólo quieren encerrarte en el espejo de una soledad diferente.
Tú debes vivir, no debes agradar, la belleza está en la vida.

Cuando te leen Caperucita Roja, te quieren mostrar el miedo
de escoger por ti misma el camino.
Estate atenta, niña, los verdaderos lobos
son todos aquellos que matarán tu libertad.

Cuando te leen Blanca Nieves es para convertirte en sirvienta,
aunque sea de un hombre tonto y enano. Rebélate, niña !!
es humillante servir si no es un gesto recíproco.

Cuando te leen la Bella Durmiente te están inyectando
un potente veneno para frenar tus ideas,
así, cuando seas mayor, un hombre sin muchos problemas será
dueño de tu cerebro. No te duermas, niña !!

..........

Cuando te enseñan a vivir triste, prueba la locura, niña.
El dolor es una realidad que se debe afrontar cuando se presenta,
no un valor sobre el cual edificar la vida.

Mucha suerte, niña (Maria Teresa D´Antea)

domingo, 23 de noviembre de 2008

Desenlace

Sus almas son hoy

dos almas rojas

y es su corazón

el que está verde.

"Árbol rojo" Gazpacho.

Sin haber amanecido aún, el timbre del despertador alerta a María. Se topa con ella misma, se hace un lío, está cansada, no le apetece levantarse. Ha pasado la noche entera caminando, ciega y sorda, nunca muda, por el parque al encuentro de su arce. Desde lejos ha observado como un viento triunfante le hace perder las hojas, no obstante la alfombra roja que abriga sus raíces es hermosa, incluso así, no se ha atrevido a aproximarse. Él, como cada martes que ella lo intenta, continúa distante.

Desperezándose toma una ducha fría, rápida y reconfortante; prepara un café amargo y fuerte para el desayuno; enciende el ruido de la televisión, que anuncia tiempo frío e inestable y montones de desastres, como acompañante. Mientras, piensa en cuánto le apetecería quedarse durmiendo hasta más tarde y recuerda la noche vivida, ciega y sorda como ella, que no consiguió acercarle a su arce.

De camino al trabajo su cabeza va llena de preguntas e imágenes. ¿Quién dijo que la esperanza se pinta de verde? La suya fue roja con forma de arce. ¿Quién, que no oyen los sordos? Ella escuchó violines en el parque. ¿Quién, que se sueña en negro y blanco? ¿Por qué, entonces, sintió en la retina aquel rojo penetrante?

Cada mañana, para tomar el autobús que la lleva al trabajo, María tiene que atravesar un parque. Cerca del estanque, donde nadan los patos, crecen dos arces. En la mañana del desenlace los mira de reojo, con una abierta sonrisa expectante.

- ¡Buenos días, María! -oye que dice uno de ellos.

- Buenos días, Olmo- le responde.

- ¿Porque me llamas Olmo? Soy Arce.

- No creas, existe mucho olmo disfrazado de arce.

- No entiendo lo que dices.

- Que pases un invierno inmejorable, Arce.

A vueltas con Babia

_
Puente sobre el Luna en la carretera de León a Oviedo.
Es preciso cruzarlo para entrar en Babia.

Bar-Restaurante "El Moriscal"en Huergas de Babia.
Toma su nombre de la llanada en la que al Cid enamoró Babieca por afrontar la ventisca de cara.
¡Estás en Babia!
*
¡Ya casi es invierno! Una alegría volver a recordar los parajes de una de mis entradas con la misma nostalgia. Gracias a ti, José Luis, he vuelto a Babia, a las dos babias, la que podría ser azul y la que pronto será blanca. Será todo un placer regresar en el 2009 para visitar la realidad del Parque Natural de Luna y Babia. Hasta entonces, muchas gracias.
*
Y si fuera un bar,
me quedarí­a,siempre,el último al cerrar
y ayudarí­a a recoger,
si hiciera falta, por estar
un rato más.
*
Lagarto Amarillo. "Babia"
*****

jueves, 20 de noviembre de 2008

Para quien entienda de abrazos


© Texto Maria Baranda - © Ilustraciones Cecilia Varela
Ediciones El Naranjo


Conocí a la ilustradora argentina que se inspira en las nubes, Cecilia Varela, gracias a los niños, por otro de sus libros ilustrados: "Universo de palabras" poemario infantil de Eduardo Carrera, también publicado en Ediciones El Naranjo y distribuído en España por la editorial Fondo de Cultura Económica. Los dibujos, que llegan más allá de las palabras, dan sentido al titulado: "¡Un abrazo!", estoy esperando que se publique aquí para regalármelo. Esto fue lo que me ha llevado hasta el blog, que hoy enlazo para aquellos que crean que un abrazo no debe darse de cualquier manera. Una muestra más de que las coincidencias existen, basta con mirarlo. ¡Enorme placer, para mí, encontrarlo!

Uno de los poemas que me llevó hasta ella:

"La rana Filomena" Eduardo Carrera

En el agua yo he nacido,

fui soprano de repente.

Eso sí, aunque lo intente,

no me sale ni un chiflido.

.

Me zambullo sin calzones

salpicando a las tortugas

que se miran las arrugas

con sus ojos juguetones.

.

Si ligera fue la cena,

canto y salto sin cansarme.

Permíteme presentarme:

soy la rana Filomena.

Y ¡un abrazo!


martes, 18 de noviembre de 2008

Una ilusión

"El arbol rojo" Shaun Tan

Hoy tenía que terminar el relato de María pero ella se niega a darle fin. Rebuscando en mis estanterías encontró un cuento, que el mundo entero debería tener, y ella misma se lo regaló. Se trata de "El árbol rojo" un librito del autor australiano Shaun Tan, uno de mis ilustradores preferidos, que despierta sentidos. Como casi todos los libros que no sólo son para niños, se puede encontrar en la sección infantil de las librerías. Aquí os dejo el motivo y el por qué de un final que ya estaba escrito y se demoró.

¿Quién dice que la esperanza se pinta de verde, que morir es cuestión de vivir?

¡Regálatelo!

domingo, 16 de noviembre de 2008

Leyendo entre líneas

El teléfono dice que estás viva pero sólo veo distancia.

Me intoxican los kilómetros que hay entre tu piel y Madrid.

Es domingo y no hay balones que me den el aire que me falta.

Hoy sólo funcionan mis pulmones si tomas aire por mí.

Le he cambiado de ropa a la pena

para ver si así se acuerda de que hoy le tocaba sonreír.

"Cómo decirte" Marwan

El día de mi cumpleaños, alguien que me quiere mucho me regaló el último disco de Marwan dedicado por él. En la dedicatoria, además de lo típico: "Felicidades. Un beso", se podía leer una bonita frase aludiendo a la persona que me lo regalaba. ¿Cómo has podido escribir algo sobre mí? -le dijo- ¡Es su cumpleaños, no el mío! A lo que él respondió: Supongo que, a ella, es lo que más le gustará leer, por eso lo escribí. Y sí, no se equivocó, siempre he creído que lo mejor de un regalo no es el obsequio en si, sino quien te lo hace. Lo que más gratamente me sorprendió de todo fue que, alguien que estaba viviendo el momento emocionante de la presentación de un disco, dejara a un lado su promoción para dar mayor importancia a un sentir.

Sólo eso, de alguna manera tenía que buscarle algún color y una sonrisa a esta tarde de domingo, más pesada que una losa, que ni siquiera me permite escribir.

jueves, 13 de noviembre de 2008

El color con que se mira





En la estación de los colores de Van Gogh, buscando acordes para el corazón, he llegado hasta el nuevo sencillo de Amaia Montero. "Quiero ser". Bueno, ¿qué decir? ni menos, ni más; exáctamente igual. En su día me gustó el grupo, después pensé que se había quedado anclado en el mismo soniquete y ahora compruebo que Van Gogh tiene dos orejas. No sé si lo he mirado con las gafas adecuadas pero mi endotelio no ha sufrido ninguna alteración. Igual soy injusta y se trata de un menú excelente, lo cierto es que a mí me cansa bastante la repetición. Es monótono que un artista pinte siempre el mismo cuadro en distinta versión.


Así que hoy no me queda otra alternativa que procurarme un pedacito de chocolate negro y algún poema que, aunque con el tiempo he aprendido que, no pertenece a Borges, igualmente va bien para la salud del corazón.


CON EL TIEMPO (Autor/a desconocido)


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma; y uno aprende que el amor no significa acostarse y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...


Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.


Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.


Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.


Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.


Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.


Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.


Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.


Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.


Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.


Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.


Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.


Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.


martes, 11 de noviembre de 2008

Porque siempre amanece

-
VII "Alberca Blues" BEN CLARK

Nada da tanto miedo como el frío.
Recuerdo la primera vez que unidos,
respirándonos mutuamente –suerte
de extraña criatura entre la lluvia-
sentimos el poder de nuestro abrazo.
La noche en que sentimos que la noche
nada podía hacer para matarnos.
Que habíamos vencido.
*
Que el plomo caería desde un luto
altísimo y nosotros allí, como
si nada; como quien oye llover.

Habíamos vencido y como siempre,
siendo primos hermanos la alegría
y el olvido, olvidé el miedo que daba
estar en una calle tiritando,
como estoy hoy sin ti.

Nada da tanto miedo como el frío.

"La tormenta de nieve" BEN CLARK

Dejar de amarte tanto todo el tiempo,
extrapolar la vida de la tinta
y salir a la calle a ser un hombre
más, un hombre feliz, a poder ser.
Y si no, simplemente un ser humano.

Con eso bastaría,
con tener libertad para dormir,
comer lo suficiente para andar
un poco sobre el suelo, y en otoño
no ver más que hojas secas en los árboles,
que más tarde la nieve
no sea más que nieve si es invierno.
-

Dos fotografías de la película "Una amistad inolvidable" y su reseña: Una mañana de otoño, en el recodo de un camino, una niña percibe a un zorro. La visión le fascina y, dejando atrás todos sus miedos, va a su encuentro. Las barreras que separan a ambos desaparecen.

Dos poemas del ibicenco, afincado en Salamanca, Ben Clark de su libro "Los hijos de los hijos de la ira" que recientemente, por coincidencia con el título de Dámaso Alonso, encontré y quiero dedicar a María por el simple hecho de ser martes y estar muy cercano el amanecer.



sábado, 8 de noviembre de 2008

A la luz de las velas

Restaurante en Toledo de cuyo nombre no puedo acordarme

Siempre que biene el tiempo fresco, o sea al medio del otonio, a mí me da la loca de pensar ideas de tipo eséntrico y esótico, como ser por egenplo que me gustaría venirme golondrina para agarrar y volar a los paíx adonde haiga calor, o de ser hormiga para meterme bien adentro de una cueva y comer los productos guardados en el verano o de ser una bívora como las del solójicO, que las tienen bien guardadas en una jaula de vidrio con calefación para que no se queden duras de frío, que es lo que les pasa a los pobres seres humanos que no pueden comprarse ropa con lo cara questá, ni pueden calentarse por la falta del querosén, la falta del carbón, la falta de lenia, la falta de petrolio y tamién la falta de plata, porque cuando uno anda con biyuya ensima puede entrar a cualquier boliche y mandarse una buena grapa que hay que ver lo que calienta, aunque no conbiene abusar, porque del abuso entra el visio y del visio la dejeneradés...

César Bruto (Carlos Warnes) "Lo que me gustaría ser a mí si no fuera lo que soy" (capítulo: Perro de San Bernardo).

Hace un año que se creó este blog. Soy demasiado inconstante, nunca sospeché que duraría tanto. No soy escritora y prefiero leer, entre otras cosas que estoy olvidando. Por eso, en un día cualquiera de noviembre debería morir como bitácora, para ello y como epílogo, tenía preparado el preámbulo de "Rayuela" que hoy publico. Sin embargo, para hacerlo, debería suprimir todas, y cada una, de las entradas y hacerla desaparecer sin dejar rastro. ¿Pero cómo matarla siendo hija mía? ¿Cuándo y dónde podría yo desvariar tanto?

Ayer mismo me enteré de que la CNE (no lo enlazo por si ocaso) nos quiere subir las tarifas eléctricas un 31%. Escribir, como Cervantes, a la luz de las velas me está tentando. Hace poco, supe también que los expertos han comprobado que el menú de Da Vinci, en su cuadro La Última Cena no fue cordero pascual, como era de suponer, sino "Anguila a la parrilla con rodajas de naranja" (plato que al genio le encantaba). Entonces también se cenaría a la luz de las velas, me sigue tentando. Por último, digo yo, que escribiendo con luz tenue, a través de internet, se podrán dibujar sombras chinescas como las que hacía siendo niña... y me tienta, me tienta. Pero lo que más me seduce, sobretodo, es la foto del restaurante en Toledo. Dicen que no hay mal que por bien no venga.

¿Suprimir este blog? ¿Para qué? ¿Tal vez si llega el apagón y no queda remedio? Lo estoy pensando... Me voy al cine, mientras tanto.


jueves, 6 de noviembre de 2008

El sonido de un martillo



Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que nunca quieras vivir tanto como vives.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron
pero nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos
pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron
pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea mayor a la felicidad del día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima y que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
una luna llena en una noche oscura,
y que el camino siempre se abra a tu puerta.
(Antigua bendición irlandesa)

Cierto que no estamos a 17 de marzo pero no todos los días se encuentra un trébol de cuatro hojas. Gracias a la chiquillería, he recordado una de mis leyendas preferidas, la del Leprechaun (trasno, en versión de mi tierra), un tipo de duende de la mitología irlandesa. El travieso anciano que se dedica a clavetear zapatos, aunque entregue sólo uno, y a custodiar vasijas repletas de tesoros ha conseguido que vuelva a escuchar el débil sonido de su martillo, procedente del bosque, al releler con los niños El duende a rayas de María Puncel.


Prometí, en otra entrada que parecía no venir a cuento, decir cómo me iba con ellos, con los "duendes" (los niños), resulta que no lo son tanto como yo pensaba. Los personajes de sus fantasías son, ahora, los de las series de las televisiones y he creído que un buen libro donde aparecen duendes de todos los colores: el malvado duende negro (que termina siendo bueno, a fuerza de cariño) e, incluso, ¡un duende a rayas! que disfruta, como un niño, haciendo mil disparates, sería divertido para hacerles sospechar que algún duende negro, al que nunca nadie quiso, les está robando la infancia que ellos se merecen.

No sé si daré en el clavo...


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Con su permiso, don Antonio



...hoy necesitaba una sonrisa ;))))



martes, 4 de noviembre de 2008

" Encuéntrame si puedes"

Bienvenido, has llegado
en el momento justo
y al lugar indicado.

No todo lo rico engorda,
no todo lo bueno es pecado.

Yo seré tus deseos hechos piernas,
una idea recurrente de la fascinación.
Yo seré un complot para tu mente,
el objeto y la causa de tu perdición
y tu buena suerte.

Cuenta del uno al diez
y me escondo donde me puedas ver;
es mi forma de jugar al escondite inglés.

..........

No me juzgues, no soy de esas,
solo porque tengo una mente traviesa.
No todo lo rico engorda
y no todo el que peca empata si reza.

..........

"El escondite inglés" Shakira


No sólo en los transportes públicos se pueden leer retazos de literatura, también podemos disfrutar de la prensa gratuita. Hace pocos días, en adn.es, leí una noticia pintoresca: una marca de lencería brasileña ha sacado una línea de ropa interior con GPS ( Sistema de Posicionamiento Global) incluído, por el módico precio de 800 a 1.100 dólares, según sea de complicado el aparatillo. Lo que más me llamó la atención, además de su slogan, "Ache-me se for capaz" ("Encuéntrame si puedes" ) fue el estereotipo de mujer encorsetada a la que va dirigida la campaña textualmente: “Para la mujer fresca y desenfadada, adelantada a su tiempo, conectada al mundo de la tecnología y de la moda, emprendedora, que toma sus decisiones, es segura y domina la situación. Una mujer creativa“. Así como la finalidad: preparar un encuentro fortuito.

Pero no, no se trata de ningún nuevo tipo de artilugio medieval para las "Lady Marian" ni de machismo, no, por lo leído y según su diseñadora, es un nuevo fetiche, la dama es libre para encender el piloto rojo, su controlador puede localizarla en el mapa y ¡Sorpresa, he venido!

No sé, tenía yo otro concepto diferente sobre aquello de tomar decisiones, de ser desenfadada, emprendedora, creativa e independiente. Lo tenía, incluso, del por qué y para qué de los fetiches. Pero ¿los tiempos cambian? ¿no bastaba con que llevaran chip incorporado los animales o los niños? ¡Así nos va! ¡Más de lo mismo!

Sorry, mi moral espartana no me permite enlazar esta entrada con el sitio de la marca emprendedora, ni con su último grito pero les dejo el mío:

Señores y señoras de la firma, no cuenten conmigo.


domingo, 2 de noviembre de 2008

Una leyenda natural


Lago de Sanabria (Zamora)

Hay que recoger la vida, la vida que se nos va

cual se nos vino, escondida, del más allá al más acá.

Y se va por donde vino,embozada en el misterio,

va abriéndose su camino, mira siempre al cementerio.

Hay que recoger la vida, que otra vez ya no vendrá,

como se nos va, escondida, del más aquí al más allá.

(Miguel de Unamuno)

A veces es necesario visitar parajes donde el tiempo pasa por nosotros más despacio, el Parque Natural del Lago de Sanabria es uno de esos lugares. En sus límites se encuentra el lago de origen glaciar más grande de la península, su leyenda y sus alrededores inspiraron a Unamuno San Manuel Bueno Mártir. A partir del lago, a través de sus aguas limpias y transparentes, oscuras y profundas a la vez, de la nieve dormida en la montaña o de la nieve despierta, al caer, deshaciéndose en el agua, nos llegan multitud de símbolos. Espejo de soledades que diría el escritor.

Cualquier época del año es buena para visitar el lago y su entorno, en cada una de las estaciones que lo hacemos se nos cuenta algo diferente: durante el verano se escucha como ríe la vida en todos sus rincones, en otoño sus dueños son la paz, la calma y el silencio, en invierno se asemeja al escenario de Las crónicas de Narnia, en primavera despierta el verde intenso y en cada tiempo los druidas habitan en él.

Ha sido, y es, curiosidad de, pescadores, senderistas, naturistas y viajeros que han ido dejando, a su paso, huellas de gran interés.

Si te contentas, tan sólo, con hacer un recorrido virtual nunca podrás saber que la leyenda del agua embalsada, que llega a alcanzar hasta tres kilómetros de longitud y se alimenta de pequeños arroyos provenientes de neveros de las sierras Segundera y Cabrera y de cañones de los ríos Cárdenas, Segundera y Tera, no es cierta pero que, en la noche más corta del año, en lo profundo del lago tañe la campana de Bamba en señal de que lo fue.